Es por eso que la proyección para enero es que cerraría con una liquidación en torno a los u$s1.000 millones, el peor registro desde la campaña 2014/15. Además, muy lejos del récord de enero del año pasado cuando ingresaron más de u$s2.400 millones, apalancado en gran medida por los altos precios internacionales de la oleaginosa y la constante demanda internacional.

Todo hace prever que el primer trimestre de este año no podrá asemejarse para nada al récord de 2022, cuando entre enero y marzo ingresaron casi u$s8.000 millones. En 2023 la economía contará con menos dólares porque se esperan recortes significativos en la cosecha de soja y maíz, sumado a lo que ya sucedió con el trigo.

En este contexto, durante este año jugará un factor clave que también puede demorar las ventas de los productores como ha ocurrido otros años. Es que las elecciones presidenciales y un posible cambio de rumbo económico o no, termina por establecer un compás de espera en las ventas de soja. En definitiva, venderá aquel productor que necesite financiarse, pero lo cierto es que muchos otros esperarán a tener un panorama más claro.

La sequía que preocupa

Hacia delante, lo que preocupa es el impacto que tendrá la sequía de la actual campaña en el ingreso de divisas de 2023. Las primeras proyecciones son que tanto la cosecha de soja como la de maíz caería por debajo de las 40 millones de toneladas y, por eso, solo contabilizando los principales complejos granarios el ingreso de dólares se reduciría en torno a los u$s10.000 millones –en el mejor escenario– y más de u$s15.000 millones si las lluvias necesarias no llegan en febrero próximo.

Según el último trabajo de la Bolsa de Comercio de Rosario ya se perdieron 12 millones de toneladas de una cosecha de soja prevista de antemano en 49 millones de toneladas, es decir el 25% del total. En tanto, la campaña de la oleaginosa, el principal producto aportante de divisas del país, terminaría con una cosecha de solo 37 millones de toneladas y sus exportaciones podrían caer en más de u$s7.500 millones.

En el caso del maíz, En lo que va de la campaña se perdió un 5%. Además, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que un 10% del área destinada no se va a sembrar. En el caso de la soja, el cultivo tiene un estado de 85% de regular a mala y se esperan nuevas pérdidas de área. Para el cereal, el informe de la BCR destacó que solo quedan en carrera 1,1 millones de hectáreas. De este total, el 65% están entre muy bueno a bueno y el 35% de regular a malo.

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