La economía crece, el empleo se expande, la productividad alcanza récords, pero los salarios retroceden, paradoja que surge en un contexto en el que la revolución digital transformó las formas productivas y, aunque ha introducido innovaciones significativas, también creó desequilibrios, según Adrián Sicilia, experto en temas de tecnología de la información, que analiza este fenómeno destacando que el auge tecnológico no garantiza prosperidad para todos.

En ese sentido, Sicilia, analista argentino radicado hace más de 15 años en Reino Unido, CEO de una compañía de servicios tecnológicos, analiza en diálogo con Télam el impacto de las tecnologías en nuestra sociedad y profundiza esa mirada de la situación actual con énfasis en las transformaciones de los últimos años, y advierte que hay debates que no debemos posponer.

«Con tasas de empleo global recuperándose tras la pandemia de Covid-19 y alcanzando máximos históricos, hoy hay menos personas en edad de trabajar inactivas que antes de la crisis y las horas promedio trabajadas por persona empleada están por encima de los niveles previos al 2020, según datos de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) y a la vez, la economía está marcada por una alta inflación y un aumento exuberante de las tasas de interés de parte de la Reserva Federal de Estados Unidos», indicó el experto en temas de tecnología de la información.

Para Sicilia, en un contexto de alta inflación y demanda sostenida, se podría esperar encontrar salarios en aumento, y efectivamente en términos nominales se ve, pero ese número no refleja la realidad redistributiva, dado que la media salarial ha estado cayendo desde hace 40 años respecto de la productividad que viene en un crecimiento.

«La situación actual desafía algunos pronósticos: en vez de registrar un enfriamiento del mercado productivo, como muchos anticiparon, la ocupación es cada vez mayor y la remuneración relativa cada vez más baja», afirmó.

El analista observa que desde 1973 ha comenzado una divergencia creciente entre productividad y salarios si se toma como ejemplo la economía estadounidense, donde la productividad allí creció 1,55% anual mientras que los salarios apenas alcanzaron un promedio anual de 0,31%, según un informe del Economic Policy Institute. En Estados Unidos, la productividad creció más del doble que la remuneración media por hora.

«Lo que hoy conocemos como Entorno Digital sentó sus primeras bases el año que registramos esta divergencia, en 1973 se instaló la primera computadora personal en una oficina, se realizó la primera llamada por celular y se comenzó a implementar la fibra óptica», explicó.

En su visión, los avances tecnológicos que cambian nuestras formas productivas traen aparejados grandes desajustes; mientras que en un primer momento parecen dar lugar a una época de expansión económica, terminan generando una burbuja económica que desemboca en un proceso de crisis.

«Si pensamos en una crisis económica, nuestra mente nos sugiere el crash del ’39: bancarrotas con una gran depresión de los mercados que se expandieron hacia la mayor parte del planeta; proceso de depresión que estuvo antecedido por una gran expansión económica, caracterizado por la popularización de tecnologías productivas asociadas al automóvil, la energía eléctrica y la combinación de producción en serie y consumo popular».

La mirada histórica subraya la importancia de debatir los avances recientes, y según el emprendedor argentino los peligros no son los esperados.

«A pesar de que algunos estudios recientes sugieren que los Grandes Modelos de Lenguaje asociados con el desarrollo de Inteligencias Artificiales podrían automatizar hasta el 50% de las tareas cuando se combinan con aplicaciones específicas, la verdad es que la automatización avanzó menos de lo anticipado», subrayó.

Sicilia sostiene que el desafío no estará vinculado con olas masivas de despidos y redundancias productivas sino con la pauperización laboral, un proceso que viene en crecimiento desde hace décadas.

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