Luego del anuncio del canje de bonos dolarizados en manos de agencias y dependencias del sector público y tras sortear el primer test de deuda en pesos de marzo la semana pasada, el Gobierno completará este miércoles el financiamiento en pesos del mes, con un nuevo llamado a licitación en el que buscará renovar pagos por algo más de $280.000 millones.

En el primer llamado de la semana pasada, con el menú de bonos ofrecidos que fue bastante amplio y diverso, el Ministerio de Economía logró un porcentaje de refinanciamiento del 114%. Tenía que enfrentar compromisos por $367.000 millones y consiguió que el mercado le preste $426.000 millones.

Debido a la terrible sequía que viene afectando al campo desde fines del año pasado, los ingresos fiscales de 2023 se verán muy resentidos, como ya indican los números del sector público de enero y febrero, que ponen en jaque las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En ese contexto, GMA Capital asegura que “el financiamiento neto debería asumir un rol aún más protagónico” si el Gobierno no está dispuesto a llevar a cabo un fuerte ajuste de las erogaciones en un contexto electoral. La consultora privada asegura, en tanto, que “los inversores privados aún no encuentran demasiado apetito en instrumentos con vencimiento a partir de 2024”.

GMA Capital señala que la licitación del Tesoro de la semana pasada “mostró un resultado relativamente aceptable en términos de rollover”. Señala que además de conseguir un nivel de renovación del 114% “mejoró relativamente el plazo de colocación de los instrumentos (de 100 a 170 días) gracias a la colocación de bonos Duales y dólar linked con vencimiento a 2024”.

Aún así, los analistas del mercado ven que todavía existe una importante masa de pesos que siguen en manos privadas que vencen antes del cambio de gobierno. El 74% del monto que se negoció en la licitación del pasado miércoles 22 de marzo se volvió a colocar por plazos cortos y volverá a estar en junio y agosto.

El 68% de los instrumentos ofrecidos en el primer llamado fue indexado y además, se tuvieron que convalidar mayores tasas de interés. Una letra de descuento a junio cortó con una tasa de interés efectiva anual de 122%.

Por otra parte, se supo que en marzo el Gobierno volvió a hacer uso de los adelantos transitorios del Banco Central para financiarse, un recurso que no usaba hacía ocho meses, de modo que es fácil inferir que los números fiscales del mes tampoco vienen muy bien. El Tesoro tuvo que pedirle al BCRA $130.000 millones.

Fondeo alternativo

En tanto, el anuncio del canje de deuda intrasector público abre las posibilidades de un cambio en la dinámica del financiamiento en pesos. El objetivo fundamental de esta medida apunta a asegurar financiamiento en moneda local al Tesoro para el resto del año.

GMA Capital indica que las entidades públicas, sin tener en cuenta al BCRA, cuentan casi con u$s4.000 millones de Bonares a precio de mercado, lo que equivale a $1,5 billones.

Al venderlos al sector privado, el 70% de esos pesos lo colocarían en bonos Duales con vencimiento a 2036, asegurándole al Gobierno financiamiento sin pasar directamente por la ventanilla del Banco Central.

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