Periodista: Regresó la euforia. Hay vida después de la refinanciación trimestral del Tesoro. La nueva era de tasas largas por encima de 5% puede esperar. ¿Es así? ¿Se cancela? ¿O se trata de una expresión de deseos?
Gordon Gekko: Si esto era una comedia de enredos, esa parte se desenredó. La Tesorería, al mando de Janet Yellen, ya acumuló toda la liquidez que precisaba en la Fed. No necesita más. Y se arregla con un programa más chico que lo que se temía. Y el año que viene será todavía más pequeño.
G.G.: Porque aumentará fuerte la recaudación de la mano de las ganancias de capital que volvieron a cosecharse.
P.: Y que estuvieron ausentes en 2022.
G.G.: Correcto. Pero también la Fed de Powell, que agradeció la colaboración prestada por la suba de las tasas largas, explicó que la política monetaria no precisaba tamaño despliegue.
P.: ¡Bingo!
G.G.: Así es. Se disipó un fantasma muy molesto.
P.: ¿Cuán estables son las tasas a diez años ahora que rondan 4,60% y no 5%?
G.G.: Está claro que trepó la prima temporal pero no está claro por qué. El short histórico de los hedge funds -una apuesta enorme en contra de los bonos- siempre lució como un desplazamiento punzante pero acotado, y fugaz. Avanzó a contramano de las carteras largas de los fondos dedicados de renta fija que se alimentaron de la idea de una recesión que no ocurrió, y después pagaron muy caro el error. Si la suba de tasas largas fue tan lejos, se debió a que la actividad económica rompió el molde.
P.: El PBI creció 4,9% en el tercer trimestre.
G.G.: Una aceleración que no estaba en el radar. Y que no se repetirá. Es más bien una escena de otra película.
P.: La economía ahora se debilita, dice Austan Goolsbee, titular de la Fed de Chicago. ¿Alcanza para dejar atrás la idea de volver al umbral de 5%?
G.G.: ¿Cuánto va a enfriarse? ¿Y a qué velocidad? Esos son los interrogantes. Vimos una desaceleración en la creación de empleo; data mixta en torno a la actividad, sobre todo manufacturera, con acumulación importante de inventarios; y un tono general de moderación. La inflación, inclusive. Falta que se calme el sprint del consumidor. Y ahí sí podríamos ir por debajo de 4,50% a diez años con más convicción.
P.: Ya fuera de la zona de peligro.
G.G.: Eso sería debajo de 4,30% que era el anterior techo de la tasa larga, antes que se desatara la estampida.
P.: ¿Y es posible ir ahí?
G.G.: Sí. Pero la data debe enfriarse más y la gente que roleó el pronóstico de una recesión al año próximo, no sólo tiene que decirlo, sino creerlo. Con dos o tres indicadores magros que surjan uno detrás del otro, bastaría.
P.: Vimos a la par la reacción vibrante de la Bolsa.
G.G.: Contundente. Y muy amplia.
P.: Casi como si fuera un rally de mercado bear, no de un proceso alcista.
G.G.: Se hundieron las tasas largas, y se descomprimió la Bolsa como un resorte. De repente, estaba todo Ok. Con la Fed, con el Tesoro, y con la data de la economía. Y dado que el mercado corrigió fuerte a lo largo de agosto, septiembre y octubre, la exposición en acciones era muy baja. Pero es un mercado alcista con todos sus atributos. Los mínimos de octubre del año pasado no los volvió a visitar. Las dudas sobre su resiliencia están contestadas sobre el terreno. No hubo recesión en 2022 ni en 2023. La inflación amaina, la Fed está conforme y mira la situación ya de brazos cruzados. El riesgo de que Powell produzca un quiebre por ansiedad o impericia, que era un lógico caballo de batalla de los bears, salió de escena. Powell no quiere tampoco que las tasas largas le arruinen la faena. Nos quita los obstáculos que podrían hacernos tropezar.
P.: Sin embargo, es como que le falta algo a la Bolsa para convencer del todo, para certificar que su ascenso no es una trampa.
G.G.: Es que todavía no atacó el máximo del ciclo anterior. Y estamos a casi 10% del récord absoluto. Esta vez son toros prudentes. Es más fácil creer cuando se llevan puesto todas las barreras por delante.
P.: Si la economía se enfría, ¿por qué habrían de hacerlo justo ahora?
G.G.: Todo es relativo. Venimos de un trimestre que fue un aluvión de crecimiento, que se calmen los bríos es lo que el doctor aconsejaría. Las objeciones clave ya fueron resueltas y el cash está disponible. Es a voluntad.