Aunque la operación fue anunciada por Massa como un mecanismo destinado a mejorar el perfil de vencimiento de la deuda en dólares, en el mercado se interpretó como una manera de mostrar formalmente que el Banco Central va a intervenir abiertamente para controlar el precio de los dólares financieros.
La realidad es que el anuncio de recompra despertó críticas tanto en el ámbito local como en el internacional. La semana pasada se conoció que los funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) le transmitieron a las autoridades argentinas que estaban de desacuerdo, porque el Gobierno cuenta con muy pocas reservas netas como para financiar esa operación.
Por otro lado, el Palacio de Hacienda salió a promocionar que ya contaba con la aprobación de un par de bancos internacionales y de un fondo soberano para conseguir un crédito tipo REPO (Repurchase agreement) que le permitiría acceder a unos u$s2.500 millones para financiar la recompra, pero eso no ha ocurrido todavía. La negociación aún está en período de confidencialidad.
Luego de comprar casi u$s2.000 millones en diciembre gracias a la segunda edición del “dólar soja”, la dinámica de la intervención del BCRA en el MULC mostró un quiebre a mediados de enero, señala Ecolatina.
La entidad que dirige Miguel Pesce pasó de comprar u$s285 millones en las primeras 11 ruedas del año a vender u$s476 millones en las últimas 11 ruedas de enero y como resultado, la autoridad monetaria cerró el mes con un saldo negativo por u$s191 millones, levemente por encima de los u$s136 millones que vendió en enero de 2022.
Y en febrero el problema tenderá a agudizarse, porque hay una caída estacional de la demanda de pesos, combinada con una menor cantidad de dólares como producto de los anticipos que se fueron haciendo con los programas “dólar soja”. “De cara a un nuevo mes, los antecedentes muestran que el panorama cambiario en febrero suele ser más desafiante que en enero: en 15 de los últimos 20 años el saldo neto del BCRA en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) fue peor en febrero que en enero”, detalla Ecolatina. Sumado a esto, la entidad indica que a menos que se tomen nuevas medidas “lo más probable es que la autoridad monetaria continúe desprendiéndose de divisas durante febrero”.
El costo es alto para lo que se logró de tranquilidad cambiaria. “El dólar blue mostró una brecha del 102% ($379) cuando la semana previa cerró en 107%. A su vez, la brecha entre la cotización oficial y el CCL pasó de 97% al 94% ($364), mientras que con el MEP pasó de 92% a 90% ($357)”, señaló Ecolatina.