Los primeros datos vinculados a la actividad económica de junio dan cuenta de la inestabilidad de la recuperación que, lejos de la «V» que anhelaba y auguraba el Gobierno, parece tener más una forma de «serrucho» o «pipa de Nike» . Mientras la industria manufacturera no encuentra piso y la construcción permanece en niveles históricos muy bajos, sólo se vislumbran algunos indicadores positivos en materia de financiamiento al consumo.
Dos indicadores preocupantes para la industria manufacturera y la construcción
Por un lado, la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) informó que en el sexto mes del año la producción de autos cayó 16,7% mensual, desde las 38.440 unidades hasta las 32.029 unidades. Asimismo, en términos interanuales se observó un derrumbe del 40,2%.
Si bien se trató de un mes con un feriado XL, los especialistas en el rubro coinciden en que aun ajustando por estacionalidad la baja es suficientemente significativa.
Durante el período en cuestión solo dos terminales produjeron todos los días, ya que muchas decidieron parar sus plantas en toda la semana de feriados, con reducciones de turnos y retiros voluntarios.
Tampoco el mercado externo sirvió para apuntalar al sector automotriz ya que las exportaciones presentaron una merma del 9,1% respecto de mayo y del 10,3% en comparación con junio del año pasado.
En lo que va del año no solo fue significativa la caída en las ventas a Brasil, que concentra casi el 70% de los envíos al exterior, sino también la contracción en el intercambio con otros países de la región, como Chile, Perú y Colombia.
Otro dato preocupante de junio fue el de despachos de cemento, que está estrechamente atado a la dinámica de la construcción. Según la Asociación de Fabricantes de Cementos Portland (AFCP) el mes pasado se despacharon 725.580 toneladas, un 7,4% menos que en mayo y un 32,8% menos que en junio de 2023.
Los números de la entidad indican que el rubro está funcionando por encima de los niveles de febrero-marzo-abril, pero que todavía no logra acercarse a la situación previa, que era bastante mejor a la actual.
El economista de Fundar, Tomás Canosa, aseguró en diálogo con Ámbito que estos datos no son indicadores para despreciar ya que «el sector automotriz tracciona mucho a la producción siderúrgica y metalúrgica, y el despacho de cemento está atado a la construcción», por lo cual se trata de números vinculados a «sectores con peso en la actividad, en la generación de empleo y, en el caso del automotriz, también en las exportaciones».
Por su parte, el director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, afirmó que estas caídas eran previsibles. «La caída del poder adquisitivo y el ajuste en la obra pública fueron de una magnitud que se corresponde con esas contracciones», sentenció.
La industria no encuentra piso
Este viernes el INDEC informó que la industria manufacturera siguió sin encontrar piso en mayo. La serie desestacionalizada registró su peor mes desde julio de 2020.
En términos interanuales el derrumbe fue del 14,8%. Dentro de los rubros industriales más relevantes resaltaron las caídas en industrias metálicas básicas, principalmente por el desplome en la siderurgia, en minerales no metálicos, por la baja actividad en la construcción, y en maquinaria y equipo, debido a las mermas en la fabricación de maquinaria agrícola y de electrodomésticos.
Según encuestas a empresarios del sector, la depresión en la demanda interna es el factor que más incide en estos números catastróficos. Asimismo, en algunos rubros se verifican problemas en el abastecimiento de insumos importados.
El crédito al consumo muestra signos de reactivación. ¿Podrá apuntalar la demanda interna?
Paralelamente, la AFIP dio a conocer esta semana que la recaudación cayó 14,3% interanual en términos reales durante junio. Respecto de los tributos atados a la actividad económica resaltó una caída significativa en las contribuciones patronales, tanto en comparación con junio de 2023 como en relación a mayo de este año.
En cuanto al comercio y la demanda interna, pueden resaltarse algunos síntomas de mejora. En primer lugar, si bien la recaudación por IVA cayó 13,1% en comparación con un año atrás, versus mayo se observó un tenue repunte.
Desde el Grupo Construya, que agrupa a 12 empresas líderes en la fabricación de insumos para la construcción, destacaron «el regreso del crédito y de las 12 cuotas sin interés» como políticas de estímulo a la demanda. Esto incidió, según el grupo, en la mejora mensual de casi 10% que presentó el Índice Construya en junio, el cual mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado.
En un mismo sentido, un informe del First Capital Group reportó que las operaciones con tarjetas de crédito crecieron por tercer mes consecutivo, impulsadas por «la vuelta de las cuotas». Asimismo, de dicho relevamiento también se desprendió el primer aumento real en ocho meses de los créditos hipotecarios, a partir de la reaparición de la oferta, fundamentalmente de los préstamos «UVA».
En cuanto al crédito a la producción, Canosa remarcó que los datos mejoraron en abril pero se mantuvieron 30% por debajo respecto del dato de noviembre de 2023. El economista sostuvo que la baja tasa de interés influye positivamente en la reactivación del crédito pero aclaró que no será suficiente si las empresas no visualizan una mayor demanda hacia adelante.
Al respecto, Caprarulo piensa que esta mejora del crédito solo contribuirá «marginalmente» a la recuperación de la actividad económica y descartó una recuperación en «V», algo que cada vez menos personas se animan a proyectar.