Luego de aquella escena publicitaria, donde el excanciller Jorge Faurie lloró mientras le contaba por teléfono al por entonces presidente argentino Mauricio Macri que el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur era un hecho, poco y nada se supo de su puesta en marcha. Es que aquel episodio del 2019 fue un acto más de la campaña electoral. En rigor, a pesar de que se hizo el anuncio, quedan “cuestiones pendientes” para la implementación.
“Pacto Verde Europeo”
En los tres años y medio que transcurrieron, el escenario cambió. En 2020 la UE en su conjunto firmó el “Pacto Verde Europeo”. Se trata de una serie de iniciativas que buscan que el bloque sea “climáticamente neutral” hacia 2050 y que plantea una reducción del 50% en las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación a 1990 para 2030. Ese marco normativo tiene impacto directo sobre el acuerdo comercial.
Como ejemplo concreto del perjuicio de estas medidas, desde el Mercosur citan la próxima entrada en vigencia de la Directiva de Energías Renovables (RED II) que propone modificar el umbral de Cambio de Uso Indirecto de la Tierra (ILUC). En el caso argentino, golpearía entre otros al biodiesel de soja, que en 2022 representó ventas por más de u$s 1.800 millones, un 20% del total exportado al Viejo Continente.
Este miércoles, Cafiero sostuvo reuniones en Bruselas con el Vicepresidente y Alto Representante para la Política Exterior y de Defensa, Josep Borrell y con Valdis Dombrovskis, Vicepresidente Ejecutivo y Comisario de Comercio de la Unión Europea, entre otros. Destacadas fuentes diplomáticas le confirmaron a Ámbito que el funcionario argentino acercó una serie de propuestas concretas para “revisar” el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur.
Puntos a revisar
Entre los puntos destacados que el Mercosur propone revisar se encuentra el llamado “instrumento de cooperación para el desarrollo”. Se trata de un compromiso que asumió el bloque europeo que implica financiamiento para adaptar a los sectores productivos, pero que todavía no tiene un marco de aplicación. Lo que se busca es acortar las asimetrías existentes y las nuevas limitaciones que supone el Pacto Verde.
Otro punto central está vinculado a las compras gubernamentales. Concretamente se trata de resguardar políticas como el “Compre argentino”, es decir la priorización de las industrias nacionales en las inversiones estatales, teniendo en cuenta que esto supone una herramienta fundamental para los sectores productivos de las economías en vías de desarrollo.
El tercer eje que se abordó es la elaboración de un capítulo especial para la electromovilidad. Un sector que Argentina y Brasil apuntan a desarrollar en conjunto como ocurre actualmente con el automotriz. Según pudo saber Ámbito, la propuesta del Mercosur es establecer algunos “parámetros comunes”.
Como se mencionó, gran parte del diálogo transcurrió en torno al impacto que potencialmente puede tener sobre las exportaciones del Mercosur el Pacto Verde. Por lo que en esta propuesta de “acuerdo revisado”, se trabaja sobre alternativas para disminuir el perjuicio que tendrá sobre los productores argentinos, brasileños, uruguayos y paraguayos.
Nuevo escenario
En el Gobierno consideran que la vuelta al poder de Lula da Silva en Brasil configura un nuevo escenario para replantear la asociación entre los bloques. Un funcionario consultado por este medio, explicó que luego de 20 años de negociaciones “los gobiernos de Macri y Bolsonaro otorgaron todas los puntos sobre los que el Mercosur puso condiciones durante dos décadas”.
Al mismo tiempo, explicó que “el acuerdo nunca se puso en marcha”, por lo que consideró que “hay margen para negociar algunos puntos sensibles para la producción local”. En diálogo con la agencia EFE, Santiago Cafiero sostuvo que los funcionarios de la UE fueron «muy receptivos” y calificó a las reuniones como “constructivas y sinceras”.
Argentina tiene a cargo la presidencia pro témpore del Mercosur hasta junio, cuando traspasará el mando a Brasil. Según el canciller argentino, España, que ejercerá la conducción del Consejo de la UE en el próximo semestre, quiere dar un “gran impulso” a las relaciones con Latinoamérica. El tema está nuevamente sobre la mesa y todos los protagonistas muestran interés en avanzar.