El consumo sigue cayendo. Así lo confirman fuentes del supermercadismo: para mayo manejan un dato preliminar que registra una baja del 2,4%. En ese contexto, aunque desde el sector no se atreven a hablar de despidos, sí advierten por el aumento de lo que denominan “puestos ociosos”.
Mientras que mayo podría arrojar un nivel de inflación cercano al 5% según la estimación de consultoras privadas, la venta de artículos de supermercados continuó en descenso. Así lo destacan fuentes del sector, que calculan a nivel interanual un registro negativo estimado entre 10 y 11%.
El dato se conoce en medio de la suba de alimentos registrada con mayor fuerza durante la última semana de mayo. Según la consultora LCG, la variación semanal de precios en alimentos fue de 1,8%, la más alta desde la tercera semana de abril.
En el desagregado, las bebidas e infusiones para consumir marcaron en la última semana una suba del 4,1%, en tanto las carnes -que representan un 30% de la canasta básica- avanzaron un 3,6% y los aceites 3,1%. El precio de las frutas, por su parte, bajó un 0,9%, las verduras un 2,4%, mientras que los lácteos y huevos un 1,9%.
Consumo en retroceso
El dato preliminar interanual de mayo apenas presentó una mejoría respecto del mes anterior. Según los datos de Scentia, las ventas cayeron en abril un 13,8% en comparación al mismo mes del año anterior. En ese momento el dato marcó una aceleración del derrumbe que había sido del 3,8% en enero, del 4,1% en febrero y del 7,5% en marzo.
Una fuente del sector relativiza la dinámica al enfatizar que “se ve una desaceleración de la caída, pero partimos de una base muy baja”. Según explica el representante del rubro, el recorte en la baja del consumo tendría que haber sido mayor, considerando que durante mayo se realizó el Hot Sale, el evento e-commerce organizado por la Cámara Argentina de Comercio. Sin embargo, la falta de impulso al consumo es tan grande que se hace notoria en los números que ofrece el mercado.
De todos modos, para otra fuente, la comparación intermensual abril-mayo es inexacta, principalmente porque durante el cuarto mes se contempla el fin de semana largo de Semana Santa, que duró cinco días, contra el feriado del 25 de mayo, que cayó un sábado.
Asimismo, es inobjetable que tanto en el acumulado en el año como a nivel interanual, la reducción del consumo alerta a los supermercados. “Están desesperados por encontrar el brote verde, pero ninguno piensa en cómo motorizarlo”, reflexiona la fuente.
“Para las cadenas del top 10 da un -2,4 al 26 de Mayo y no creemos que se haya revertido la tendencia en 5 días, porque si bien hay cierre de tarjetas la cartera de la dama y el bolsillo del caballero fueron vaciados por la mano invisible del mercado”, detallan desde el supermercadismo.
En ese sentido, el sector no puede garantizar estar exento de la reducción de la nómina de trabajadores, una preocupación que va in crescendo a medida que se asientan los efectos de la recesión económica. “Obviamente, al disminuir la actividad empieza a haber puestos ociosos”, alertan. Sin embargo, aclaran que los supermercados todavía no recurren a los despidos, pero tampoco reemplazan a aquellos trabajadores retirados porque se jubilan, por un despido con causa, por renuncian o por otro tipo de cuestiones.
Igualmente, concluyen con una alerta de cara al mediano plazo: “De seguir la tónica en la que estamos, evidentemente siempre la baja de actividad tiene una consecuencia negativa en el mantenimiento del empleo, desgraciadamente”.