La fundación Pro Tejer alertó que para la recuperación económica no es suficiente con el agro, la minería, el gas y el petróleo, tal como lo afirmó el presidente Javier Milei. En ese sentido, la entidad que nuclea a empresas del rubro textil indicó que “la industria tiene un rol fundamental en la generación de valor y trabajo genuino a lo largo y ancho del país”, y exigió que el sector productivo sea incluido en el “diseño de las políticas que van a conducir el rumbo del país en los próximos años”.
En una carta pública Pro Tejer explicó que los datos estadísticos muestran que “en momentos de crecimiento económico, la capacidad de generación de empleo registrado de las actividades agrícolas y las extractivas de minería, petróleo y gas es sensiblemente menor que la capacidad de generar empleo que tiene la industria manufacturera”.
“Una industria en crecimiento tiene mucho para aportar a solucionar los grandes problemas que tiene la Argentina vía aumento del empleo registrado, mejores salarios, más valor agregado, más exportaciones, más recaudación fiscal y menos volatilidad macroeconómica”, enfatizó el documento. Y alertó que “focalizarnos sólo en el crecimiento de pocos sectores asociados a actividad extractiva, prescindiendo de la industria nacional, no permitirá desarrollarnos”.
Sin menospreciar la importancia de los sectores apuntados por Milei, la nota de las empresas textiles indicó que en los últimos cuatros años la industria manufacturera creó empleo registrado al mismo ritmo que el crecimiento de su actividad. “Cada punto porcentual de incremento del producto generó un punto porcentual de crecimiento del empleo privado”, señaló.
Al respecto, Pro Tejer señaló que la extracción de minerales, gas y petróleo (minas y canteras) presentó un incremento menor “si comparamos 2023 con 2019: 0,7 puntos porcentuales de generación de empleo por cada punto porcentual de crecimiento del producto”.
En cuanto al agro y silvicultura, la entidad textil analizó que “al menos en los últimos 15 años, no se observa una correlación positiva entre empleo y nivel de actividad. A diferencia de las otras actividades, este sector perdió casi 20 mil puestos de trabajo si comparamos 20221 con 2019 (-7%)”.
En esa línea Pro Tejer recordó que la industria manufacturera emplea de forma directa y registrada a más de 1,2 millones de personas y en forma indirecta a 3 millones de personas más, mientras que los sectores elegidos por Milei alcanzan a 421 mil trabajadores registrados. “Sólo la industria textil, indumentaria y calzado supera la totalidad de puestos de trabajo registrados de extracción minera, gas y petróleo, incluyendo su refinación”, señaló.
“Esto deja de manifiesto que la industria manufacturera y la industria textil, indumentaria y calzado, en particular, son indispensables e insustituibles”, sostuvo Pro Tejer.
En ese sentido, con contundencia la entidad fabril remarcó que “por más que parezca evidente para muchos, recordarlo no es en vano teniendo en cuenta que, no hubo señales ni palabras por parte del nuevo Gobierno, que identifique a la actividad industrial cumpliendo un rol central en el nuevo plan económico”.
Al respecto, Pro Tejer advirtió que los actuales datos del INDEC señalan “la compleja coyuntura económica que está transitando la industria en su conjunto: en marzo 2024, la actividad industrial se contrajo -21,2% interanual, con caídas generalizadas de la producción en todos los sectores industriales. Esta caída representa el nivel de producción más bajo de los últimos 9 años (con excepción de marzo y abril 2020 en plena pandemia). En el caso de la industria textil y de prendas de vestir y calzado, la contracción anual fue del -25,1% y del -21,3%, respectivamente. El contexto macroeconómico de creciente apreciación cambiaria dificulta aún más la recuperación industrial, considerando que el consumo interno se encuentra deprimido y la erosión de la competitividad cambiaria afecta una posible salida exportadora”.
Por último, la Fundación Pro Tejer que la industria nacional debe estar incluida en un capítulo de la Ley Bases “incorporando un Régimen de Inversiones para el sector pyme y para las cadenas de valor nacional, que incorpore el desarrollo de proveedores locales y el fortalecimiento de los Institutos Nacionales de Ciencia y Técnica como es el INTI. Así como también incorporar al Desarrollo Industrial -inclusivo y federal- como una medida central del Pacto de Mayo, dado que es clave para sacar a la Argentina de su estancamiento económico”.