Para estimar cómo quedaron los niveles de tasas en relación a la inflación proyectada, dicen en el Gobierno, es necesario mirar las tasas efectivas (TEA). En el caso de la tasa reconocida por el Tesoro para el instrumento de octubre, la TEA quedó en 90,3% y, para la Leliq, en 79,8%.

Según la lectura que hacen en un despacho oficial, son los rendimientos del Tesoro los que quedaron en terreno positivo, mientras que las tasas de Leliq quedaron casi “empatadas” con el ritmo de “crawling peg”. “Lo ideal es que le gane”, explica un funcionario. Es que, según la perspectiva oficial, la tasa de pesos debe estar por encima del ritmo de devaluación para descomprimir las presiones cambiarias.

Acierto

Analistas del mercado vieron con buenos ojos la decisión del Banco Central. Santiago López Alfaro, presidente y socio de Patente Valores, le dijo a este diario que la tasa de política monetaria “aún no están en terreno positivo”, aunque quedó alrededor de 50 puntos básicos por debajo.

“Creo que ayer y hoy (por miércoles y jueves) movieron bien, no queda otra que subir la tasa”, aseguró López Alfaro, aunque remarcó que “falta devaluar un poco el oficial porque todas las monedas emergentes se cayeron frente al dólar”. ¿Cuánto? “Mínimo 20%”, estimó el analista.

Federico Furiase, director de Anker y profesor en UTDT, consideró que “la suba de tasa del BCRA va en la dirección correcta, así como también la suba de la tasa que convalidó Finanzas en la licitación”.

“La tasa venía por detrás del ritmo del crawling del tipo de cambio oficial y además se espera una aceleración de la inflación en julio, con lo cual era un paso necesario subir las tasas de interés, sobre todo para moderar la presión cambiaria”, analizó el economista. Sin embargo, Furiase apuntó que “hoy tenés un problema estructural de acumulación de reservas y de restricción financiera que no se resuelve solo con tasa y que requiere de dar una señal fiscal concreta con respaldo político que permita bajar la expectativa de emisión monetaria en el corto plazo”.

Dólar tarjeta

A la par de todos estos movimientos, el BCRA también buscó encarecer el financiamiento de consumos en dólares que se realicen con tarjeta de crédito. Hasta el momento, cualquier persona que hiciera consumos con tarjeta recibía los consumos pesificados al dólar oficial y debía pagarlos en una sola vez, pero existía a la vez la alternativa de pagar el mínimo de la tarjeta y refinanciar el resto (el “revolving”). La tasa de refinanciación de los saldos de tarjetas de crédito hoy está regulada en 62% (TNA). A partir de ahora, si se paga el total del resumen, no tiene costo y se abona al dólar tarjeta (oficial+30% país+45% ganancias). Pero si se paga el mínimo y se financia el resto, hasta 200 dólares deberá pagarse una TNA de 62% y por encima de los 200 dólares, un 80%.

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