La construcción de Atucha III es una prioridad para la Provincia. Y así lo que manifestó Kicillof con su presencia. En concreto, significa asegurarse un proyecto de 8.300 millones de dólares, financiado en un 85% por China, y el 15% restante por el Estado argentino, que generará, estiman, más de 7 mil puestos de trabajo directos y muchos más indirectos.

Contrato

De esta manera, el mandatario revalidó la firma del contrato de febrero entre la compañía Nucleoeléctrica Argentina y la Corporación Nuclear Nacional de China. “La construcción de Atucha III es uno de los proyectos más importantes para el Estado argentino y precisa de mucho financiamiento para llevar adelante una obra que supera los 8.300 millones de dólares”. Y no dudó en enviar un mensaje hacia arriba, no sin antes castigar a la gestión anterior: “Los contratos se interrumpieron porque hubo un Gobierno que no pensó en el bienestar de la Argentina; ahora tenemos la obligación de consolidar y poner en marcha estos proyectos sin dilaciones”. La referencia es porque el proyecto inició en 2005, pero a pesar de los convenios, en 2015 se detuvo su construcción.

“Luego de una etapa en la que los únicos proyectos de largo plazo estaban vinculados al endeudamiento, la Argentina necesita darle continuidad a su plan nuclear y, para eso, se requieren políticas de Estado”, expresó Kicillof.

El gobernador no estuvo solo. Lo acompañó el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez. También dijo presente el subsecretario de la misma cartera, Federico Basualdo, quien sostuvo que “desde el Gobierno nacional, nuestro compromiso es seguir trabajando para que estos proyectos avancen”. Se trató de un mensaje claro. Es el mismo funcionario que el ministro de Economía, Martín Guzmán, intentó correr de su función en distintas oportunidades.

Cabe recordar que el senador Oscar Parrilli exigió la semana pasada que el asesor presidencial Gustavo Béliz, concurra al Congreso para dar explicaciones por la misión de los Estados Unidos que visitó el país para inspeccionar los acuerdos nucleares con China.

Con su aparición en Lima, Kicillof se metió de lleno en la compulsa para presionar a Nación en busca de destrabar el financiamiento que hoy lo ata de manos y no lo permite poder continuar con una obra de importancia vital de clara a la reactivación económica de la Provincia.