El oficialismo cambió la estrategia con respecto a las elecciones de 2021. Y con el fin de que nadie se quede afuera habilitó varias contiendas internas en algunos distritos de porte del Conurbano. Sin dudas, este domingo la atención caerá sobre lo que ocurra en La Matanza, Hurlingham y Tigre, donde Unión por la Patria definirá quiénes serán sus candidatos para dar la pelea en octubre.

Se trata de territorios importantes, no solo por el tenor de su padrón electoral sino por la vehemencia con la que se viene desarrollando una interna que podría dejar como resultado mucho más que una serie de heridos políticos.

Lo cierto es que ya hubo un grupo de intendentes que advirtió sobre esto. Y que pidió bajar la el nivel de disputa con el objetivo que esto no les traiga resultados negativos en las secciones electorales con las que se componen las diferentes bancas de la Cámara baja y alta de la Legislatura bonaerense.

Sucede que en si las elecciones locales se dan como marcan algunas encuestas, el ganador de las primarias tendrá el gran desafío de incorporar una fuerte masa de votantes rumbo a octubre. Un escenario complejo después de ver cómo se desenvuelve la interna en la actualidad.

En La Matanza, la rivalidad entre el intendente Fernando Espinoza y la dirigente del Evita, Patricia Cubría, no cede. A tal nivel que, al día de hoy, el presiente Sergio Massa no pudo desembarcar en el distrito. Eso sí, en la última semana se mostró dos veces con la diputada bonaerense.

Un relevamiento reciente de la consultora Clivajes expuso que la diferencia a favor del jefe comunal es de poco menos de tres puntos con respecto a Cubría. “Lo que está sucediendo dentro de la interna de UP, porque por primera vez Fernando Espinoza se somete a una interna, es una situación de paridad con su principal competidora”, sostuvo el consultor Esteban Regueira en recientes declaraciones. Y agregó: “Estamos hablando de dos puntos de diferencia; es casi un empate técnico si uno tiene en cuenta el margen de error de las encuestas”.

Escenario

De mantenerse esa proyección, el escenario para octubre resultaría complejo. Más con el antecedente de 2021, cuando se dio una situación de ausentismo, voto en blanco y un crecimiento del voto a la izquierda que provocó la elección de dos concejales para el espacio y que bajó el piso del peronismo a nivel local luego de que se dejara afuera de la participación electoral un grupo que hoy responde a la tercera candidata en cuestión, María Laura Ramírez.

En Hurlingham, no hay muchas diferencias. La relación entre el jefe comunal, Juanchi Zabaleta, y su rival interno, Damián Selci, es nula. Por no decir mala. El camporista que reemplazó al exministro de Desarrollo de la Nación durante su salto al gabinete de Alberto Fernández, consiguió el apoyo directo del gobernador Axel Kicillof y está dispuesto a dar una más de una serie de batallas que ya acumulan larga data.

La idea de que aquel que gane pueda sostener el voto de su rival de turno, más allá de que se haga un llamado a acompañar, parece muy difícil. Para colmo, la oposición logró acercarse a solo dos puntos en los comicios de 2021. Por lo que habrá que ver cómo la sumatoria de votos entre uno y otro lograr fidelizarse en el recorrido a octubre.

Más explícito

En Tigre todo es más explícito. Y no hay mucho margen de acción. La pelea local llegó a niveles impensados. Y hoy nadie pueda imaginar a Malena Galmarini llamando a votar por Julio Zamora, si el intendente consigue vencer a la presidenta de AySA en la interna. Y tampoco si la situación se da a la inversa.

Luego de que Massa consiguiera que Zamora se queda sin su boleta (solo podrá llevar la de Grabois) todo terminó de romperse en mil pedazos. Y ahora el propio intendente recorre la ciudad llevando su boleta cortada para que los vecinos puedan elegir a dónde adosarla. Algo que, como en los otros distritos, podría provocar una fuerte fuga de votos si los resultados no lo acompañan el próximo domingo.