A contramano de los picos de tensión en las dos principales coaliciones nacionales, Córdoba se desmarca con acuerdos electorales locales: a la reciente pax sellada en Juntos por el Cambio con la candidatura a gobernador de Luis Juez, ahora el Frente de Todos selló un entendimiento de unidad y presentará una fórmula integrada por el intendente de Embalse, Federico Alesandri (del sector alineado con Alberto Fernández), y la diputada nacional camporista Gabriela Estévez, en los comicios del 25 de junio, que definirán la sucesión del peronista ortodoxo Juan Schiaretti (Hacemos por Córdoba).

Con una foto que ofició a la vez como presentación en sociedad, la dupla del FdT fue bendecida ya por Cristina de Kirchner, quien recibió a ambos dirigentes el miércoles en su despacho del Senado.

“En Córdoba hay alternativa! Gracias @CFKArgentina”, fue la consigna que plasmaron Alesandri y Estévez, al subir al unísono la instantánea a sus respectivas cuenta en Twitter.

Con el guiño conseguido ese día desde el FdT nacional, pese a las tensiones intestinas por la disputa presidencial, la estrategia de la fuerza vira así en Córdoba respecto de 2019. Ese año, y en el marco de una provincia con historial electoral duramente adverso al kirchnerismo, el espacio no tuvo candidato a gobernador -bajaron la carrera de Pablo Carro-, en una suerte de “gesto” para no aumentar las chances de Cambiemos (por entonces partido con la doble oferta entre Mario Negri y Ramón Mestre) frente a Schiaretti, quien finalmente fue reelecto.

Alesandri -alineado con el exsenador nacional y actual presidente de la Fundación Banco Nación, Carlos Caserio, de estirpe albertista- ya venía mostrandose como precandidato a gobernador, tras un encuentro del FdT a fines de 2022 en el que la fuerza decidió presentar listas propias en los comicios provinciales 2023.

Ahora, con Estévez (la otra referente del FdT cordobés, junto con Caserio -del Frente Peronista Cordobés-), se sumó a la fórmula por la gobernación el kirchnerismo duro, en una provincia que no cuenta con PASO provincial y donde todas las fichas estaban puestas en intentar arribar a un consenso interno.

El tándem del FdT tendrá la dura misión de cosechar votos, sobre todo con vistas a la discusión parlamentaria provincial y por las intendencias, en un distrito que tendrá un duelo polarizado entre la oficialista HxC -que lleva como candidato a gobernador al intendente capitalino Martín Llaryora- y JxC, con Juez (Frente Cívico) como espada principal (y ambos, sin compañero de fórmula aún).

Ayer Estévez confirmó su candidatura a vicegobernadora. “Parte de las decisiones que fuimos tomando a lo largo de esta semana tienen que ver con consolidar en principio la unidad y luego la posibilidad concreta y objetiva de presentar una lista por parte de nuestro espacio político”, dijo, en diálogo con Radio Nacional Córdoba. “En definitiva, somos los espacios que venimos construyendo desde el peronismo nacional en la provincia”, subrayó.

Por su parte, Alesandri se reunió ayer con el jefe de Gabinete nacional, Agustín Rossi, tras lo cual destacó la sintonía fina con la Casa Rosada. “Fortalecer nuestro espacio político tiene que ver con darle a cordobeses y cordobesas más previsibilidad, confianza y oportunidades”, enfatizó.

A diferencia de la tracción conjunta de 2019 y 2021 bajo el paraguas del FdT, otros carriles corren -al menos en el plano provincial- para el intendente de Villa María y exsecretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill, quien en los últimos días dio nuevas señales públicas de sintonía política con HxC, al participar, junto a un grupo de alcaldes afines, de un masivo “encuentro de trabajo” que encabezó Llaryora con intendentes y candidatos.

Hace un mes, y en medio de duros cortocircuitos de JxC en el plano nacional y en varias provincia, Córdoba dio la sorpresa con el acuerdo para ungir la candidatura de Juez. Fue vía una consensuada encuesta “seria” de intención de voto, que -afirmaron- arrojó un “empate técnico” y derivó en el renunciamiento del radical Rodrigo de Loredo,quien “se bajó” de su postulación al máximo cargo provincial para “no volver a cometer los errores del pasado” de partir el voto opositor.