Los afiliados de la Unión Cívica Radical (UCR) de Corrientes irán a las urnas el domingo para elegir a las nuevas autoridades partidarias, en una disputa que tiene al gobernador Gustavo Valdés como único candidato, luego de que la lista opositora, impulsada por Ricardo Colombi, declinara este viernes la postulación de la exsenadora provincial Alejandra Seward.
Los comicios llegarán después de que el exmandatario Colombi interpusiera diversos artilugios judiciales para patear el proceso. La estrategia había tenido relativo éxito, ya que en octubre pasado un fallo suspendió la interna que había consagrado a Valdés como ganador. Ahora, sin embargo, la Cámara Nacional Electoral dio luz verde para la jornada de este fin de semana, pese a las quejas opositoras.
Anoticiada de la situación, la lista «Radicales en Acción», que llevaba a Seward al frente de la boleta, se bajó de la pulseada, dejando el camino allanado para el actual jefe provincial, quien busca oficializar su conducción ante los boina blancas locales desde el sello «Vamos Radicales».
Cabe recordar que actualmente la UCR correntina está intervenida por la conducción nacional, luego de que el mandato de Colombi se venciera el 27 de abril pasado. Según los datos oficiales, el partido tiene 87 mil afiliados habilitados para votar en la provincia.
Corrientes: interna UCR con miras a 2025
La pulseada no es una más: Corrientes, junto a Santiago del Estero, irá a las urnas en 2025 para elegir nuevo gobernador. Impedido de participar, ya que cursa su segundo mandato, Valdés deberá ungir a un candidato. En su campamento, daban cuenta de que la jugada de Ricardo Colombi retirándose de la interna tiene como norte el armado de una postulación propia el año que viene por fuera de la estructura radical, con el respaldo de peronistas y otras fuerzas locales.
«Si pierde la interna, va a tener que apoyar al candidato de la UCR en 2025. Como él no va a ser, prefiere romper», dijeron a Ámbito fuentes locales. «Gustavo le iba a ganar y le iba a ganar por paliza», sacó pecho la voz.
Anoticiado de los hechos, Valdés aseguró en declaraciones radiales que si Colombi decide retirarse de la contienda, «es porque busca dañar al radicalismo, pero no lo logró. Seguimos trabajando todos juntos».
«No soy el dueño de la UCR pero tampoco quiero que la UCR tenga dueño. Hoy están las internas en marcha, vamos a seguir empujando para ganar las elecciones», comentó. Sobre su rival, Valdés declaró: «Que haga lo que quiera, pero el radicalismo está entero y nuestro objetivo es ganar la presidencia. Todos los ministros, intendentes, legisladores están juntos, en la misma línea», detalló el mandamás.
Esta semana, Valdés encabezó un acto en el club San Martín de la capital correntina, donde perfiló el estilo de partido que pretende. Durante el mitin, el mandatario llamó a conformar un nuevo «sistema de alianza que le convenga al Gobierno para construir una provincia mejor».
«El año que viene pueden estar muchos de nuestros militantes de la UCR teniendo esa responsabilidad, pero nosotros no somos el partido del apriete», disparó en referencia a Ricardo Colombi, y amplió: «No vale hacer cualquier cosa en política, si los radicales tenemos problemas, debatimos cara a cara. Pero, en marzo dejamos de tener presidente de la UCR y necesitamos tenerlo porque se vienen tiempos difíciles, necesitamos institucionalidad y no retorcidos que traicionan a la UCR».
Con miras al 2025, el dirigente fue contundente y destacó que «el límite es el kirchnerismo». El mensaje se lee en el marco de una contienda en la que La Libertad Avanza (LLA) irrumpirá como fuerza local, desafiando al oficialismo. Allí, el diputado nacional Lisandro Almirón pica en punta para ser candidato, aunque no se descarta que el senador peronista Carlos «Camau» Espínola -compañero de bancada del expulsador Edgardo Kueider-, dé el salto a las filas libertarias apadrinado por Daniel Scioli.
Por eso, la posibilidad de confluir en una alianza electoral entre la UCR y LLA está sobre la mesa. Días atrás, el mendocino Alfredo Cornejo, quien comparte con Valdés el enfrentamiento a la conducción nacional radical, abrió la puerta a la posibilidad de compartir frente con el espacio de Javier Milei.
Expulsión
El vínculo de la UCR con Javier Milei quedó sometido a escrutinio esta semana, después de que el Comité de Ética del partido propusiera echar a los diputados nacionales Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat, tres de los llamados «radicales con peluca», por su apoyo en el Congreso a diversas iniciativas oficiales, contrarias a la posición orgánica de su espacio. El cuerpo adujo que los legisladores incurrieron en “inconductas graves que lesionan la dignidad de la Unión Cívica Radical”.
Ahora, los acusados podrán presentar su apelación ante el Comité Nacional, que tendrá la última palabra en el caso. El hecho abrió un nuevo frente intestino. El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, por ejemplo, se manifestó en contra.
«No solo es una decisión completamente equivocada, sino que además demuestra que la conducción partidaria, que promovió esta idea, piensa en un partido chico, alejado de la histórica tolerancia democrática de la UCR, de nuestros simpatizantes en todo el país, de nuestros principios y nos aleja de nuestro electorado», se quejó en las redes sociales.
En concreto, los dardos apuntaron contra el presidente de la UCR, el senador Martín Lousteau, quien es mirado con recelo por los caciques de las provincias. De hecho, Gustavo Valdés había sido su retador en las elecciones internas que consagraron al exministro de Economía como ganador.