
Algunos nutricionistas recomiendan la incorporación de suplementos naturales a las dietas para que la pérdida de peso sea más rápida y efectiva. Una de las más recomendadas y que ganó popularidad en el internet es la espirulina, un alimento que aporta saciedad al organismo.
La espirulina es un alga unicelular azul verdosa famosa por ser una fuente importante de proteínas, vitaminas y minerales, por lo que destaca por su alto valor nutritivo. Aunque algunos dicen que es un superalimento, los nutricionistas desaconsejan usar este término ya que una dieta balanceada no necesita alimentos concretos, sino combinaciones de nutrientes.
Quiénes no pueden consumir espirulina
Según los especialistas en salud, las personas que deben evitar consumir espirulina son:
- Aquellas que tomen medicamentos que puedan incrementar el riesgo de hemorragia.
- Mujeres embarazadas o niños en período de lactancia.
- Aquellas personas que padecen hiperuricemia, hipertiroidismo, fenilcetonuria, o bien algunas enfermedades del hígado y patologías autoinmunes.
Además, aunque es seguro comerla en promociones adecuadas, puede presentar efectos secundarios como sed, estreñimiento y erupciones en la piel. Por otro lado, el consumo de esta alga puede llegar a interaccionar con algunos medicamentos, por lo que es importante consultar con un médico si es seguro incorporarla.
Cómo incorporar la espirulina a tu dieta
Existen tres maneras de incorporar esta alga a la dieta: en polvo, cápsulas o fresca. Normalmente es utilizado como complemento dietético nutricional, ya que su consumo ayuda a la baja de peso.
Si se incorpora en forma de pastillas, se recomienda tomar una parte media hora antes de cada comida o una pastilla entera todas las mañanas.
Por otro lado, el polvo se puede agregar a jugos, un vaso de agua, batidos, incluso a comidas a través de salsas, cremas y barras energéticas.