La decisión presidencial deroga una ley que establecía cupos de abastecimiento para los ingenios.
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que anunció el miércoles por la noche el presidente Javier Milei y que se publicó este jueves en el Boletín Oficial, comprende entre los 366 artículos “la derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera”. Fue el punto 15 del listado que leyó el jefe de Estado en la cadena nacional. De inmediato se encendieron las alarmas en Tucumán para saber de qué se trataba, por tratarse de uno de los pilares de la actividad económica y ser la responsable del 65% del azúcar que se produce en el país.
En el DNU que se publicó completo en el Boletín Oficial, corresponde el artículo 156 a este anuncio sobre la industria madre tucumana y contiene un escueto texto: “Derógase la Ley N° 18.770”. Se trata de una ley que lleva la firma del expresidente de facto Roberto Levingston, casi un desconocido, que estuvo al frente del Poder Ejecutivo Nacional entre 1970 y 1971. La normativa se implementó desde el 8 de septiembre de 1970 y, en esencia, reza sobre la asignación de cuotas de entrega de azúcar para el mercado interno que debían efectuar los ingenios. Para su determinación se aplicaba una fórmula que comprendía un cálculo sobre producciones históricas, inventarios y ventas anteriores al resultado final de la zafra azucarera. Con los años, la medida perdió vigencia y resultó inaplicable, también por decisiones posteriores que se adoptaron y que cambiaron las reglas del juego, informó a Ámbito un empresario del sector que forma parte de un grupo que es propietario de dos ingenios, en Tucumán y Jujuy.
“Este DNU no nos cambia nada en el actual esquema de comercialización aunque sí le pone fin de manera definitiva a esa cuota que se había establecido para no desabastecer el mercado interno que, en los hechos, ya no tenía ningún peso”, reflexionó el productor tucumano. Para el empresario, sí fue positivo llevar el dólar oficial a $800, con el que se realizan las operaciones para las exportaciones a Chile, el principal cliente del azúcar que se produce en el país. Le siguen, en orden de importancia, Uruguay, Alemania, Ecuador y Canadá. De acuerdo a los últimos datos de las exportaciones, el precio del kilo de azúcar ronda u$s1,55, mientras que en nuestro país, por efecto de la devaluación del 118% y la suba de los precios, se cotiza a u$s1,45, en promedio. Con este escenario, habrá que esperar unos meses hasta que se “tonifique” el valor local, puesto que para algunos empresarios será más tentador abastecer el mercado internacional, en detrimento del local, en un momento en que el Estado se retiró de todo de tipo de controles y regulaciones.
Se espera que en las próximas horas las distintas cámaras y organizaciones del sector emitan sus opiniones oficiales. Durante la mañana se sucedieron varias reuniones para acordar una postura en común, frente a un escenario que aún genera dudas, señaló a este medio el empresario consultado.