Cien niños y niñas que padecen una de las formas más severas de epilepsia participarán del primer estudio científico en pediatría a nivel nacional sobre los efectos del uso de cannabis medicinal como fármaco para este tipo de casos, un tratamiento aprobado por el Congreso Nacional y promulgado por el gobierno en 2017.
Los pacientes que padecen ese trastorno no responden a ningún tipo de tratamiento disponible actualmente, como los anticonvulsivos, las dietas especiales e inclusive las cirugías, según remarcaron desde el centro de salud.
El estudio es realizado y coordinado en todo el país por el Hospital Garrahan y comienza este lunes con cien pacientes que formarán parte del ensayo clínico del cannabidiol: 50 de ellos son pacientes del Garrahan y otros 50 pertenecen a centros del interior del país.
En todos los casos la distribución del aceite, los controles y el reporte de los resultados para el análisis científico se llevará a cabo en la institución pediátrica porteña. El objetivo de la investigación es evaluar la eficacia y seguridad del nuevo fármaco, y contar con sustento médico y académico para su administración.
La modalidad del estudio es ambulatoria y los controles se realizarán por consultorios externos. El cannabis medicinal es provisto por el laboratorio APHRIA de Canadá, quien dona el fármaco durante todo el estudio y para todos los pacientes en los que se demuestre que funciona.
Según remarcaron, se trata del primer estudio científico en Latinoamérica de uso de cannabis medicinal en pediatría como parte del tratamiento en pacientes con encefalopatías epilépticas, un tipo severo de epilepsias refractarias, que son de difícil control y no tienen respuesta terapéutica hasta ahora.
«Nuestra misión es agotar todas las posibilidades para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Cuando todo fue probado y no hay respuesta favorable, entonces debemos investigar y buscar otras alternativas, en este caso el cannabis medicinal», afirmó el presidente del Garrahan, Carlos Kambourian. También destacó: «Esperamos que el uso del cannabis como fármaco compasivo permita a los pacientes y sus familias transitar la enfermedad de la mejor forma posible».
En Argentina el 1% de la población padece epilepsia. De esa cifra el 20% se trata de casos muy graves. Los chicos y chicas que participan del estudio en el Garrahan tienen la forma más severa de la enfermedad, con crisis repetitivas que lleva a un deterioro cognitivo, conductual y motor.