Y en algunos municipios gobernados por el oficialismo, la idea de derogar las PASO no cayó nada bien. Sucede que todavía hay varios lastimados, y molestos, por lo que fue aquella resolución que tomó el diputado nacional y actual presidente del PJ, Máximo Kirchner, de no habilitar internas en la previa de las elecciones del 2021 en aquellos distritos donde mandaba el Frente de Todos. Claro, el resultado expuso que la estrategia no fue la mejor. Y hubo una fuga de votos a la izquierda y un gran ausentismo.

Hoy, asegura un concejal que tiene el Frente de Todos en el GBA, “si queremos ganar tenemos que abrir el juego entre nosotros para generar la mayor puja para de esa manera sumar todos los votos necesarios. No podemos estar mirando de qué manera se perjudica la oposición si todavía no podemos entender de qué manera nos beneficiamos nosotros. Hay que aprender a mirarse la pelusa y dejar de ver qué pasa enfrente”.

Y es que hay distritos en los que si una PASO que ordene, no parecen estar dadas las condiciones para poder hacerlo sin que haya una batalla interna cruenta. Sin dudas, Tigre aparece como uno de los más complejos de resolver. Es que Julio Zamora hoy no cuenta con una referencia nacional y la presidenta de AySA, Malena Galmarini, ya dio a entender que no postergará una vez más sus deseos de comandar el distrito. Algo que, vale recordar, generó un fuerte conflicto en el cierre de listas de 2019 y que pudo resolverse para 2021 y para las internas del PJ en marzo pasado.

Algo similar sucede en Hurlingham, donde La Cámpora no quiere perder el territorio alcanzado tras el salto de Juanchi Zabaleta al gabinete nacional y ante un probable retorno al pago chico que realizarían los jefes comunales que arribaron a Nación y Provincia.

En esa misma línea también se encuentra el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, quien de pegar la vuelta se encontraría con Lauro Grande (La Cámpora), Leo Grosso (Movimiento Evita) y Juan Eslaiman (Frente Renovador) ya militando para tomar el control de General San Martín, donde hoy gobierna Fernando Moreira.

También en el resto del oeste no habría facilidad para llegar a un acuerdo. Se sabe que en Merlo entre los Menéndez (Gustavo y Karina) y Raúl Othacehé hay mucho más que una ancha avenida. Y no hay posibilidad alguna de sellar algo de palabra y que sin PASO el peronismo perdería fuerza local. La prueba se vio en las últimas elecciones donde el voto al Frente de Todos cayó drásticamente y, como consecuencia, la izquierda superó el 10 por ciento de los sufragios y se quedó, por primera vez, con dos concejales.

Las PASO fortalecen a los partidos. Siempre nos sometimos con buenos y malos resultados. En 2021, se nos proscribió en una forma bruta e ilegal y así le fue al peronismo. Eso de la unidad es para unos pocos. Lo importantes es la apertura y la competencia. En las elecciones que viene estamos para presentarnos contra Menéndez que está haciendo una pésima elección”, le dice a Ámbito, Raúl Othacehé.

Para cerrar, sin dudas, el territorio más pretendido: La Matanza. Allí el intendente Fernando Espinoza ya tiene una rival plantada desde hace varios meses: Patricia Cubría, diputada bonaerense y pareja del líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico.