![](https://i0.wp.com/media.ambito.com/p/926d764aac89820002e192ab882559f3/adjuntos/239/imagenes/040/025/0040025428/1200x675/smart/gobers-2jpeg.jpeg?w=640&ssl=1)
“En acuerdo con todos los gobernadores y gobernadoras, la reunión prevista para el próximo miércoles 27 de julio en Bariloche cambiará de sede y se realizará en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El récord de visitantes en nuestra ciudad andina por la temporada invernal produjo la saturación de las conexiones aéreas y el alojamiento, imposibilitando la recepción de las autoridades. Por supuesto que nuestra provincia los esperará en otra oportunidad y serán muy bienvenidos”, fue la misiva enviada desde la gobernación de Carreras a sus pares.
En las provincias reina el desconcierto ante el contexto nacional, en momentos en que el Gobierno de Alberto Fernández atraviesa su crisis más profunda. Desde algunos distritos, incluso, mencionaron a Ámbito que hay mociones entre los mandatarios para freezar el encuentro de pasado mañana.
“No queremos que se vea como una presión justo en este momento”, explicaron desde la cercanía de los gobernadores. Los encuentros de la liga son comandados por jefes provinciales del peronismo, aunque la agenda original ligada a problemas transversales como el reparto de subsidios al transporte o la falta de gasoil hizo que se buscara ampliar la representación. Por ello, la sede barilochense era ideal para mostrar esa diversificación, ya que allí gobierna el provincialismo Juntos Somos Río Negro. Pero la postal vacacional en plena temporada de invierno no era la más propicia para esta coyuntura. Asimismo, se prefirieron evitar las connotaciones de albergar una cumbre que a pesar del cuidado político tendrá demandas concretas a la Casa Rosada. El pedido de federalismo, de reparto equitativo de ingresos, soluciones respecto al acceso a la energía y el combustible estarán en el punteo. Así asomó el terreno neutral de CABA.
La estrategia desde Nación, con el jefe de Gabinete Juan Manzur al frente, fue convocar a los gobernadores aliados por tanda. En los encuentros en Buenos Aires en los últimos días también participó Silvina Batakis, quien cosechó respaldo de los mandatarios antes de su gira clave por los Estados Unidos.
La preocupación por el incremento de los precios y por cómo el ajuste impactará en las arcas provinciales fue eje de las conversaciones con los gobernadores.
Sin embargo, luego, dos mandatarios peronistas que no conforman la liga de gobernadores, como el santafesino Omar Perotti y el cordobés Juan Schiaretti, salieron a despegarse de las declaraciones del Presidente contra empresarios del agro.
“No salimos de nuestro asombro ante las expresiones del Presidente echándole la culpa de la crisis al sector agropecuario. El Gobierno busca permanentemente culpables fuera de su interna”, dijo Schiaretti.
Mientras que Perotti señaló: “No comparto las expresiones del Presidente”, y reiteró que no se ve “ninguna especulación en el sector productivo” santafesino. Y pidió cambiar la lógica de “presionar siempre sobre la producción agroindustrial”.