“Los jujeños debemos discutir y definir nuestros temas en forma apartada de la agenda nacional”, argumentó el ministro de Gobierno, Normando Álvarez García, al anunciar el viernes el calendario electoral. “Allí radica la decisión de desdoblar los comicios”, enfatizó.

Ese día los jujeños votarán gobernador y vice, 24 diputados provinciales, intendentes, concejales y comisionados municipales.

Pero además definirán los nombres de quienes llevarán adelante la proyectada reforma parcial de la Constitución, lanzada por Morales en septiembre y que contempla entre otros ejes una triple prohibición: de los cortes de ruta, de la Ley de Lemas y del indulto para quienes “incurrieren en grave delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento”.

Jujuy se sumó así al grupo de provincias con fecha confirmada de elecciones desdobladas, a partir de razones constitucionales y/o de conveniencia política, según el caso. Una estrategia que en los hechos “provincializa” la elección y evita riesgos arrastres derivados de la discusión por la sucesión en la Casa Rosada. El telón de fondo: intentos de gobernadores, sobre todo norteños, en pos de una suspensión de las PASO, infructuosos hasta ahora pero que podrían incluir en las próximas horas nuevas conversaciones en CABA.

El último en dar el paso “desdoblador” fue el peronista pampeano Sergio Ziliotto, quien el miércoles oficializó la convocatoria a elecciones el 14 de mayo y a internas (no obligatorias) en el estival 12 de febrero. No se lanzó aún, pero es un hecho que peleará su reelección (lo haría con Alicia Mayoral -alineada con Carlos Verna- como compañera de fórmula).

La medida comenzó a delinear un “superdomingo electoral” ese 14 de mayo -una semana después de la elección jujeña-, ya que en esa jornada también se desarrollarán las votaciones a gobernador en Tucumán y Salta, tras las convocatorias de rigor ya concretadas por Osvaldo Jaldo y Gustavo Sáenz, respectivamente.

Previamente será el turno de Río Negro: Arabela Carreras agitó un llamado al 16 de abril, pero tras la sanción el pasado jueves de una reforma electoral cobró fuerza una potencial votación en marzo.

Para más adelante en el calendario, pero también separadas de Nación, se acomodan las citas en Chaco (el peronista Jorge Capitanich, que debe desdoblar por razones legales, apuntó al 17 de septiembre) y Mendoza (el radical Rodolfo Suarez confirmó que desdoblar es “más sano” y, en ese caso, deben votar el 24-S).

En sintonía, Tierra del Fuego sufragaría “en abril o mayo”, según lo anticipado en las últimas horas por el mandatario Gustavo Melella, quien tiene la obligación legal de definir comicios desdoblados. “Tienen que ser 90 a 150 días antes de la elección nacional”, explicó. Y en Santa Fe el justicialista Omar Perotti las convocaría para el 10 de septiembre, para evitar una “transición larga” hasta el recambio provincial de diciembre de 2023.

Bajo la mirada del “vaso medio lleno”, desde la Casa Rosada recuerdan que en 2019 el grueso de provincias desdobló y resaltan que una ristra de triunfos anticipados peronistas en 2023 les permitiría potenciar las posibilidades en la presidencial de octubre.

En cambio, en Catamarca Raúl Jalil (FdT) marcha hacia una votación en simultáneo con los comicios nacionales. Un camino que seguirían el bonaerense Axel Kicillof, el porteño Horacio Rodríguez Larreta, Mariano Arcioni (Chubut) y Alicia Kirchner (Santa Cruz). Otros mantienen aún la incógnita, como el peronista Gustabo Bordet en Entre Ríos.