Axel Kicillof renovó su capital político en las elecciones del 22-O y, con el respaldo de casi la mitad de los bonaerenses, ya planea cómo será la nueva etapa de su gestión, que se extenderá hasta el 2026. En ese marco el gobernador ratificó la extinción de la Jefatura de Gabinete de la Provincia -consecuencia del escándalo protagonizado por Martín Insaurralde- y anticipó un “reordenamiento de su gobierno”.
“En el Gobierno no va a haber Jefatura de Gabinete, ni quienes desempeñan los cargos. Vamos a reorganizar el Gobierno, pero hay muchas cosas más que impactan en cómo reorganizarlo, que depende también de lo que pase a nivel nacional”, comentó el mandatario a Canal 9 y subrayó que tales modificaciones quedarán sometidas a la suerte de la Nación. “Si gana o no Sergio Massa”, puntualizó el dirigente de Unión por la Patria (UP).
Sin rodeos, Kicillof opinó sobre lo ocurrido con Insaurralde y la modelo Sofía Clerici en Marbella y sus eventuales consecuencias en los comicios provinciales: “No sé qué efecto tuvo lo de Insaurralde en la elección, porque la realidad y la intencionalidad del voto tiene que ver con muchos condimentos, que tienen que ver con la economía y con la gestión que hizo la provincia de Buenos Aires”. En paralelo consideró que “lo de Insaurralde fue grave, no sé si fue una operación”.
Por otra parte, el mandatario negó haber estado al tanto del viaje del lomense con Clerici y ratificó que se enteró por las redes sociales el fin de semana en que se conocieron las imágenes. “No sabía que estaba en un yate y eso no es compatible con mi Gobierno”, apuntó. Tal polémica se saldó con la renuncia del exintendente de Lomas de Zamora a su cargo provincial y a su postulación para concejal en ese partido. También con la iniciativa de la administración bonaerense de disolver la Jefatura de Gabinete.
Pese a que la noticia cayó como una bomba en tierras bonaerenses y en el seno del kirchnerismo, ya que Insaurralde era un hombre de aceitados vínculos con Máximo Kirchner, los hechos parecieron no pasarle factura a Kicillof, quien obtuvo el 44,8% de los votos, sacándole casi 20 puntos a Néstor Grindetti, de Juntos por el Cambio (JxC), su principal oponente en la pulseada local.
Legislatura
En paralelo a la reestructuración anunciada por el gobernador, queda pendiente la discusión sobre la reforma de la Legislatura bonaerense agitada por JxC tras el caso del puntero Julio “Chocolate” Rigau, otro de los escándalos que tocó a la gestión del exministro de Economía de Cristina Kirchner. La misma plantea la unificación de las Cámaras de Diputados y Senadores en una sola, pasando de 138 bancas a penas 80, y había sido incluida por Grindetti en su plataforma de Gobierno. Kicillof, incluso, aceptó debatirla aunque reclamó “ver la letra chica”.
Tras exhibir su buena performance electoral, Kicillof se subió el domingo al avión de Sergio Massa y desembarcó en Tucumán, donde participó de la asunción del gobernador electo, el peronista Osvaldo Jaldo. En ese bastión del peronismo, junto a Jaldo, Juan Manzur y el gobernador bonaerense, Massa sumó otra foto victoriosa pensando en la batalla contra Javier Milei del 19-N.