En ese marco, Kicillof necesita más temprano que tarde que los intendentes le den su apoyo para salir a competir con una seguridad mayor y la fuerza del empuje territorial. Pero nada es gratuito en política. Y pese a que algunos jefes comunales ya expresaron su decisión de acompañar su vocación de seguir, desde el Gran Buenos Aires son pocos los que manifestaron sus deseos.
Los motivos son claros. Los intendentes quieren seguridad política. Tras las PASO de 2021, cuando el gobernador sufrió una dura derrota a nivel local, el gobernador debió convocar a los jefes comunales al Ejecutivo. Los intendentes lo agradecieron; pero a la vez comprendieron el valor de su lugar. Algo que en las generales quedó expuesto tras conseguir una levantada que permitió revertir los números negativos del Senado para pasar a una paridad que le dio mayor posibilidad de gobernabilidad.
Sin candidatos de porte a nivel nacional, los alcaldes saben de la importancia del voto de cercanía. Y desde ese lugar negocian internamente para lograr el mejor posicionamiento posible antes del cierre de listas. En otras palabras, buscan asegurarse el mejor escenario tanto en la boleta como en la posibilidad de un nuevo gobierno, con mayor representatividad.
La puja existe. Y hoy la figura del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, funciona como un filtro necesario para intentar llegar a los consensos necesarios. Un mecanismo de presión que obliga al gobernador a lograr puntos de encuentro para poder avanzar y no perder mayor pisada rumbo a las elecciones.
Razones
“La decisión no obedece a caprichos o gustos personales”, dijo Kicillof recientemente en relación a su intención de ir por otros cuatro años. Y completó: “Estoy para hacer otro mandato porque me gusta. Creo que armamos un muy buen equipo, pero las candidaturas se resolverá en conjunto”.
El gobernador no falla en el diagnóstico. La alianza de Insaurralde con el presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, también expone la dificultad que tiene por delante Kicillof para poder terminar de cerrar su postulación.
Bajo un gran hermetismo, la Liga de intendentes, con representación de la primera y la tercera sección electoral, se juntará para comenzar a exponer de manera interna los distintos posicionamientos. Pese a que no fue confirmado, el lugar de encuentro podría ser este sábado en La Costa, donde gobierna el intendente Cristian Cardozo. Lo que resta saber es si justamente bajarán la guardia o todavía seguirán de cerca los paso del gobernador para terminar de tomar una decisión conjunta.