La crisis del transporte público en Tucumán tuvo esta semana su punto de tensión más elevado por el paro del gremio de los choferes (UTA) en la capital debido al despido de 280 trabajadores del sector. El empresariado adujo que la estructura de costos no les cierra y que debieron recurrir a esa medida, ante la reticencia del municipio a acordar una suba del boleto mínimo y anunciar que se avanzaría en un proceso de reestructuración del sistema, que podría implicar la caída de concesiones de recorridos. En Chaco, el escenario es similar, aunque sin medidas de fuerza porque rige una conciliación obligatoria; mientras en Catamarca se acordó en las últimas horas la entrada en vigencia de un incremento del pasaje.

Los dueños de las empresas, la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT), presentaron hace dos semanas un pedido al Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán para que el boleto mínimo suba de $690 a $1.490, aunque aceptarían una suma cercana a los $950, de acuerdo a consultas de Ámbito. La solicitud fue elevada con críticas a la gestión que encabeza la intendenta Rossana Chahla, por considerar que puso en marcha una política de «liberarse de toda responsabilidad y que continúa negando, como lo hace desde hace muchos años, los verdaderos costos de explotación (del servicio)». En rigor, lo que pidieron es que así como el Poder Ejecutivo Provincial destina fondos propios para cubrir -en parte- el recorte del subsidio al transporte de la Nación que implementó el presidente Javier Milei, el municipio también haga un aporte, como lo hacen intendentes de otras capitales de provincias.

Desde entonces, el municipio endureció su postura y el conflicto escaló este último martes cuando los empresarios anunciaron, en conferencia de prensa, que se iban a enviar más de 200 cartas documentos de despidos y renovaron las críticas a Chahla, que por estos días se encuentra en el exterior. Durante la mañana del día siguiente se produjeron los primeros despidos y UTA decretó un paro desde la siesta de esa misma jornada. Mientras el servicio se paralizaba, exclusivamente en las líneas de ómnibus que prestan servicios en la capital tucumana, el gobernador Osvaldo Jaldo señaló en conferencia de prensa que no podía intervenir porque se trataba de un conflicto de un municipio y que no había sido invitado a mediar. «No he recibido ningún llamado de Chahla; no voy donde no me invitan», expresó.

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Informó el mandatario tucumano que desde enero la Nación no gira los fondos del subsidio al transporte público y que con recursos propios, la provincias cubre el 100% de ese bache financiero. La última partida fue de $2.600 millones. Instó a que «todos los responsables pongan la cara y resuelvan el problema». De todos modos, pese al mensaje directo y duro contra Chahla y su equipo, dejó una abierta para colaborar con el municipio. «Como provincia podemos colaborar, si es que nos llaman», cerró.

Este jueves, cuando la medida de fuerza generaba numerosos inconvenientes, se supo que hubo un diálogo telefónico entre Jaldo y la intendenta Chahla. Se tradujo en que funcionarios del gabinete municipal y el presidente del Concejo Deliberante, Fernando Juri, se reunieron con el vicepresidente de AETAT, Jorge Berreta. Tras ese encuentro, las partes informaron que hay un principio de acuerdo en lo que piden los empresarios y que se pasaba a un cuarto intermedio para la semana próxima. Chahla estará en Tucumán este sábado.

Luego, dirigentes de AETAT se encontraron con la mesa directiva de UTA, que encabeza César González, e informaron que como parte de un principio de acuerdo dejaban en vía muerta los despidos. Así, este jueves por la tarde se levantó el paro del gremio. La cuestión de fondo no se resolvió todavía, por lo que este fin de semana será clave para la resolución del conflicto y el futuro del transporte público en Tucumán que, como en otros distritos, atraviesa su hora más difícil por el desfinanciamiento nacional y los efectos de años en los que no se invirtió en el sistema. El primer escalón hacia una solución transitoria será establecer un nuevo valor del boleto mínimo, que podría ser de $940, trascendió.

Humo blanco en Chaco

Chaco no está al margen de los problemas que se han generado en las provincias por el corte de los subsidios al transporte público, que rige desde enero. La caja de resonancia en este distrito fue el paro de UTA que se iba a realizar esta semana pero que no se concretó porque la Secretaría de Trabajo local dictó la conciliación obligatoria.

El gremio le reclama a los empresarios que se paguen los sueldos acordados en la paritaria nacional. En cifras implica que los colectiveros debían cobrar un total $1.088.160, con el sueldo de agosto, suma que no fue abonada. Raúl Abraham, secretario general de UTA provincial, denunció que los haberes se estaban abonando $300.000 por debajo de lo establecido. El empresariado justificó esa liquidación en que la paritaria nacional se cerró en AMBA, para donde la Nación todavía mantiene los subsidios, aunque no por mucho tiempo más, de acuerdo a lo que pretende la Nación.

Este jueves se realizó la primera audiencia de conciliación entre UTA y la Cámara de Empresas del Transporte Automotor del Chaco (CETACH) y hubo acuerdo. Los trabajadores cobrarán el mismo haber que está vigente en AMBA y las partes volverán a encontrarse el 18 de septiembre para cerrar el último punto. Se trata de un pedido de gremio de dos bonos de $250.000, para recuperar el poder adquisitivo de los salarios. El boleto mínimo en esta provincia, desde mayo, subió $590 a $710. Fuentes el empresariado analizan pedir un incremento en los próximos días, para llevar ese valor a $950, se indicó.

Sube el mínimo en Catamarca

En Catamarca el boleto mínimo cuesta $700 y su última actualización se realizó en abril, cuando valía $250. En las últimas semanas, empresarios del sector solicitaron al Gobierno provincial la actualización de la tarifa, argumentando un marcado incremento en los costos operativos y salariales.

Para evitar una dilación que podría haberse traducido en una reducción del servicio o en una medida de fuerza, el Ministerio de Transporte decidió una suba de valor mínimo a $950. «Este aumento empezará a regir luego de que impacte en la SUBE, se publique la resolución y se gire todo a la Nación. Son ellos los que aprueban y cargan los datos para que rija el aumento, lo que puede llevar varios días», explicó el Secretario de Transporte catamarqueño, Lucas Poliche.

Catamarca, frente al corte del subsidio nacional, también destina recursos propios para subsidiar el servicio. La última partida para las empresas fue de $1.790 millones, correspondiente al tercer trimestre de este año. En agosto se sumó un extra de $1.298 millones para la continuidad del Boleto Estudiantil Gratuito, informaron fuentes oficiales.