Mirgor, la fabricante de electrodomésticos de la familia Caputo en Tierra del Fuego, despidió a 450 operarios y adelantó vacaciones de otros tantos en una de sus líneas de producción de celulares en Río Grande.
Mirgor, la fabricante de electrodomésticos de la familia Caputo en Tierra del Fuego, despidió a 450 operarios y adelantó vacaciones de otros tantos en una de sus líneas de producción de celulares en Río Grande. La medida, que en la práctica consistió en no renovar contratos a plazo que vencían en diciembre, fue tomada por la falta de insumos y dólares para la importación y en un contexto de incertidumbre por el rumbo económico del Gobierno, precisaron en el sector. Ayer mismo fue ratificado como próximo ministro de Economía un miembro de la familia, el financista Luis “Toto” Caputo.
La compañía, que tiene como máximo referente a Nicolás “Nicky” Caputo, definido como su “amigo del alma” por Mauricio Macri, resolvió discontinuar desde el próximo mes a 450 trabajadores que se desempeñaban bajo la modalidad de Personal Permanente Discontinuo (PPD), una categoría que habilitó la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en su convenio colectivo de trabajo y que fue eje de conflictos e inestabilidad laboral por parte del personal en Tierra del Fuego durante la pandemia del coronavirus.
Otros 450 operarios, que tenían previsto iniciar sus vacaciones como es habitual en la actividad el 15 de diciembre (fecha frecuente en las terminales electrónicas fueguinas donde buena parte del personal tiene sus familias en otras provincias) lo harán desde el 1 de diciembre aunque en este caso fuentes empresarias aclararon que percibirán la totalidad de sus salarios. En el rubro advirtieron que otras fábricas aparte de Mirgor analizan adelantar vacaciones al personal.
A pesar de los vínculos de Mirgor con el expresidente y actual aliado de los libertarios Mauricio Macri y con el propio Gabinete que presentará Javier Milei entre los planes del futuro presidente figura la suspensión de los regímenes de promoción industrial como el que rige en Tierra del Fuego y que permitió la instalación de terminales electrónicas en las últimas décadas.