Desde Entre Ríos, por caso, el gobernador peronista Gustavo Bordet aseguró que trabajan “en un nuevo decreto que permita una actualización más rápida del precio de la obra pública, para no tener los problemas que ocurren en otras provincias”. “Hasta ahora en Entre Ríos no hemos tenido obras públicas paralizadas”, aclaró.
Bordet además hizo foco en que “la inflación es un problema estructural, multicausal”. “Es necesario atacar estas variables” porque “producen un atraso en materia salarial y distorsiones en los precios de contratación”, recalcó, en diálogo con Elonce. En sintonía, en Santa Fe el también justicialista Omar Perotti reconoció en las últimas horas que “la coyuntura de la obra pública es difícil”. “Particularmente en la construcción complica un ítem como es el asfalto y algunos otros; esperemos que puedan establecerse bases de actualización de la suba de esos valores y esperar que se aquiete el esquema de precios”, dijo a Aire de Santa Fe. “Se requiere que se restablezca un esquema de referencia de valores y precios”, recalcó.
El pasado jueves la Municipalidad de Santa Fe, que conduce el socialista Emilio Jatón, suspendió las próximas licitaciones de obra pública, al menos por 15 días, en una medida consensuada con la filial local de la Cámara Argentina de la Construcción, frente a la incertidumbre generada por la trepada inflacionaria y las trabas en la entrega de materiales.
“Estamos hablando de licitaciones que están próximo a abrirse; las obras que están licitadas no corren riesgo de frenarse”, dijo el secretario de Hacienda, Luciano Mohamad. Poco después, Perotti no descartó la posibilidad de aplicar en algunos casos una medida similar a nivel provincial.
En paralelo, en San Juan las actualizaciones salariales impulsadas por la escalada inflacionaria obligaron a un reajuste de las partidas presupuestarias pautadas por la administración del peronista Sergio Uñac. En esa línea, desde despachos locales aclararon que si bien los proyectos de obra pública que están en marcha no se verán afectados, sí activaron en materia de futuras licitaciones “un proceso de reconsideración y priorización de las obras, teniendo en cuenta el presupuesto y la relevancia de las mismas”. “Esto no implica detenimiento de las licitaciones, sino una reevaluación”, señalaron.
En el plano municipal también los intendentes se ven obligados a recalcular. Por caso, en la ciudad chubutense de Comodoro Rivadavia, el intendente Juan Pablo Luque avanzó hacia una ampliación presupuestaria de $ 2 mil millones, en parte para hacer frente a las actualizaciones salariales. Pero además -precisó el secretario de Economía y Finanzas, Germán Issa Pfister-, “$ 500 millones se destinarán a obras públicas para cubrir el desfasaje de precios por la inflación”.
En el sector de la construcción la preocupación va in crescendo. “Es muy difícil trabajar en este contexto; a la falta de precios de referencia se suma la falta de combustible, que impacta en el transporte del material, y la mora de los pagos por parte del Estado”, dijo el titular de la Cámara de la Construcción de Catamarca, Julio Córdoba. “Es una lástima porque la obra pública venía con un buen nivel de volumen”, agregó, según lo consignado por El Ancasti.
“Todos los contratos de obra pública tienen un sistema de actualización de precios que tratan de mantener los contratos de acuerdo al aumento de los insumos, y esa fórmula que se aplica con altas inflaciones no representa la realidad y hace que muchas obras tengan problemas financieros o económicos”, advirtió días atrás el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss. “Ahí vemos un problema que estamos hablando con las autoridades, que puede hacer que muchas obras públicas empiecen a ralentizarse”, dijo a Télam.