“Muy bien, estamos de acuerdo en todo”. Irónicos, desde una provincia administrada por el peronismo compartían ayer con este medio las primeras sensaciones luego del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) anunciado el miércoles a la noche por el presidente Javier Milei. En las horas posteriores a la Cadena Nacional, los gobernadores alinearon a su tropa y le ordenaron revisar con lupa tanto las principales aristas del documento como la letra chica para tener un panorama preciso de la situación.

Aunque en principio predominó la cautela, poco a poco los mandatarios fueron pronunciándose. El primero de ellos fue Axel Kicillof. En las últimas horas, una encuesta de la consultora Circuitos lo ubica como el principal referente opositor junto a Sergio Massa, muy por encima ambos de otras figuras. Para Kicillof se trata de un “decreto que sin necesidad ni urgencia pretende derogar un conjunto de leyes de todo tipo”. “Así, se propone privatizar todo, desregular todo, destruir derechos de los trabajadores, arrasar con sectores completos de la producción, rifar los clubes de fútbol y el patrimonio de los argentinos”, analizó.

“Todo esto, sin pasar por el Congreso que podría sesionar y discutirlo. Le faltó decir ‘democracia: ¡afuera!’”, agregó. A su turno el mandamás de La Pampa, Sergio Ziliotto, consideró que “la democracia vivió uno de los momentos más tristes y duros de su historia”. El dirigente justicialista acusó al Presidente y a su equipo de “subvertir la Constitución para imponer un régimen que tiene como principal objetivo concentrar aún más la riqueza en los poderosos”. Desde despachos pampeanos confirmaron que Ziliotto llamó a los ministros y secretarios a revisar el DNU a fin de tener mayores precisiones. “Políticamente no hay agrado”, señalaron.

El riojano Ricardo Quintela, en tanto, fue un paso más allá y habló de “genocidio social”. Para el mandatario los anuncios de Milei son “un avasallamiento de las facultades del Congreso, que además incluye medidas que atentan contra el desarrollo del país y que afectan a las argentinas y argentinos”. Al respecto aseguró que los derechos conquistados a lo largo de los años no pueden ser eliminados a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia”. “Lo anticipamos días atrás con las medidas adoptadas, 120% de devaluación, 800 pesos el litro de nafta, y quita de subsidios, que significan cierre de comercios, industrias y empresas, dejando trabajadores y trabajadoras en la calle”, concluyó.

Uno de los aspectos que irritaron a los gobernadores fue no haber conocido de primera mano el paquete de medidas durante la reunión del martes en la Casa Rosada con Javier Milei. Esa primera cumbre -que transcurrió en un clima cordial- tuvo gusto a poco. “Milei dio pocos detalles, cartas pegadas al pecho. Fuimos averiguando por otro lado”, señalaron ante la consulta de este medio. A su turno, el tucumano Osvaldo Jaldo tildó de “preocupante” el DNU y anticipó que el paquete es revisado por los equipos para “ver de qué manera repercute en la gente”.

Primeros apoyos

Del otro lado de la arena la flamante liga de gobernadores de Juntos por el Cambio (JxC) se mantiene en silencio de radio. Sin pronunciamiento colectivo ni declaraciones de peso, los mandatarios revisaban por estas horas la letra chica del decreto. “De entrada no están en contra para nada”, apuntó una fuente amarilla. Sobre este punto señaló que “ninguna medida afecta particularmente a las provincias”. “El tema son las formas. Habrá que ver cómo sigue el paquete de medidas y qué lleva el Gobierno a extraordinarias”, apuntó la voz.

En ese sentido desde el entorno de los jefes provinciales cambiemitas anticiparon que el avance del DNU en el Congreso podría complicarse. “Ellos plantean que en paralelo vaya una ley espejo, a la que mayoritariamente apoyarían”, explicaron respecto al posicionamiento. Uno de los pocos que hablaron fue el correntino Gustavo Valdés. Durante un acto de entrega de viviendas en Invico, afirmó: “Analizaremos el DNU punto por punto. Algunas cosas me parecen bien y hay otras que no estoy tan de acuerdo , pero es una facultad constitucional que tiene el Presidente”. Y completó: “Él nos explicó a los gobernadores que la herencia que recibió es mucho peor que la que imaginaba”.

En la misma tónica el santafesino Maximiliano Pullaro sostuvo que el DNU tiene “iniciativas que van en el camino correcto y benefician a la producción, y estaríamos en condiciones de acompañar”, y otras que no están claras, o que pensamos que no tienen ninguna incidencia o mejora real para la vida cotidiana de los argentinos. “Esperaba que entre las primeras medidas de una agenda de cambios hubiera una reforma impositiva por ley que incluyera una rebaja de impuestos a la producción”, protestó.

“Coincido con gran parte de las primeras medidas que presentó ayer el presidente Javier Milei. En su mayoría son similares a las del programa económico de JxC en la última campaña electoral. Representan un norte de hacia dónde tiene que ir nuestro país…”, dijo Rogelio Frigerio, de Entre Ríos.

Por su parte el provincialista Alberto Weretilneck, de Río Negro, sostuvo que el DNU “avanza sobre facultades exclusivas del Poder Legislativo, derogando leyes sin pasar por el Congreso, eliminando decenas de controles estatales y habilitando la privatización de empresas públicas como YPF y Aerolíneas Argentinas”.

Los posicionamientos de las provincias no son un dato menor. Javier Milei necesitará de ellas. Dada su escasa estructura en el Congreso, deberá apelar a que los diputados y senadores que responden a los gobernadores aporten los votos necesarios para que el DNU tenga luz verde en aunque sea una sola de las dos cámaras.