Un ciudadano diplomático ruso fue intervenido tras negarse a hacerse un test de alcoholemia y atrincherarse en su auto, en Recoleta. Fue escoltado hacia la Embajada de la Federación Rusa y unas horas después se sumó un segundo hombre ruso, relacionado a una casa cultural rusa en Buenos Aires.
El auto del primer hombre es de patente argentina. El Ministerio de Seguridad envío un parte donde afirma que trabajó junto con la Cancillería, según afirma el canal C5N, y le pidió al Departamento de Seguridad Diplomática de la Policía Federal Argentina (PFA) que se cumpla con la Convención de Viena.
Según el comienzo del hecho, el primer hombre dijo ser «diplomático» y se resistió a presentar los papeles de su auto. Finalmente, terminó accediendo y la documentación la recibió el personal de la Embajada y estos se la acercaron a las autoridades.
El control es que se realiza en la Ciudad es tras el martes 24 de diciembre por los festejos de Nochebuena y Navidad. De acuerdo a C5N, el hombre le mostró imágenes de misiles a la Policía.
Un diplomático ruso se negó a hacerse un test de alcoholemia
El episodio comenzó alrededor de las 10.45h cuando el conductor de un auto Volkswagen Bora blanco con dominio “D094CSB”, no accedió a brindar la documentación requerida por el puesto de control de la Ciudad de Buenos Aires. La Policía Federal llegó al lugar poco después de las 11 tras el llamado de los agentes de tránsito.
Varios medios captaron el momento en que el conductor filmaba con su celular desde adentro del auto. “Sin comentarios, sin comentarios”, dijo una de las personas que respondía por el hombre.
El agente a cargo del operativo, explicó que serían tres custodios los que llegaron al lugar para representar al diplomático. “Cuando hablé con ellos no se acreditaron y no acreditaron la identidad del conductor, tampoco sabemos cuál es el cargo de la embajada”.
Qué dice la Convención de Viena
El artículo 41 de la Convención de Viena, en el que se establece el marco para la creación, interpretación y aplicación de los tratados entre Estados, indica que todas las personas que gocen de privilegios e inmunidades deberán respetar las leyes y reglamentos del país receptor.
Esto explica que el hombre, pese a ser diplomático, tiene la obligación de someterse al control de alcoholemia establecido por las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires.