En La Rioja, por la quita de los subsidios nacionales, la empresa estatal de ómnibus se transformó y los empleados cobrarán sueldos más bajos al perder el convenio del gremio.
El transporte público de pasajeros atraviesa por un escenario de crisis en algunas provincias, situación que se profundizó con el recorte en seco de los subsidios al sector que puso en marcha el Gobierno nacional. En Jujuy y Catamarca, la semana que viene la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio del sector, pondrá en marcha un paro por tiempo indeterminado para reclamar que el empresariado local adhiera a la paritaria nacional. Y en La Rioja, «Rioja Bus» dejó de ser una empresa estatal para convertirse en un ente estatal de transporte, lo que supone que los choferes dejarán de cobrar el sueldo de convenio de UTA.
Este viernes, en una conferencia de prensa, Sergio Lobo, referente de UTA Jujuy, informó que las empresas avanzaron en hacer firmar individualmente un acta acuerdo paritario con una pérdida del 50% del poder adquisitivo y que, según los dueños de las empresas, la acción está avalada por las autoridades provinciales. «Por estas razones hemos decretado que vamos a realizar un paro por tiempo indeterminado la semana que viene, esto es avasallar nuestro pedido de incremento salarial», según el dirigente. Agregó que el gobierno provincial subsidia al sector y el precio del pasaje se incrementó de manera notoria -de $270 a $480- por lo que los empresarios «no pueden justificar su negativa a la falta de recursos».
En Catamarca el escenario el similar. «A pesar de la predisposición al diálogo de nuestra organización para llegar a una solución que permita mantener la paz social y especialmente para que los pasajeros no sean rehenes de la falta de sensibilidad de los responsables de brindar una solución definitiva a nuestras reclamos, se decidió una medida de fuerza la semana que viene», expresó el secretario general de UTA provincial, Juan Vergara. El paro, con movilización, será por tiempo indeterminado, desde las 00 horas del próximo martes 26, sin asistencia a los lugares de trabajo. Por el momento, el boleto mínimo en esta provincia es de $250 y el gobierno provincial mantiene diálogo con los empresarios, quienes piden que ese valor se vaya a $1.000.
Volantazo en La Rioja
Hasta hace unas semanas el transporte público de pasajeros riojano era prestado por la empresa estatal «Rioja Bus» que se sostenía con fondos nacionales, provinciales y de recaudación propia. Desde que el Gobierno nacional le puso fin a los subsidios para todas las provincias, la empresa comenzó a tener problemas, por lo que el gobierno provincial tomó la decisión de transformarla en un ente estatal de transporte. En los hechos, implicó que los 270 trabajadores dejarían de percibir sus sueldos en base al convenio de UTA para convertirse en empleados estatales, es decir, con salarios más bajos.
La transición está en marcha, informó Alcira Brizuela, la secretaria de Transporte provincial, quien indicó que de los 270 trabajadores que tenía «Rioja Bus», tras la transformación de empresa a un ente público denominado Administración Provincial de Transporte Social e Inclusivo de Pasajeros, 190 aceptaron firmar un contrato especial, mientras que el resto negoció indemnizaciones. Y en materia de servicios, aclaró que hasta abril se presta un servicio reducido con 50 coches que circulan por la capital riojana. En esta provincia el valor del boleto mínimo es de $300 pero, según Brizuela, una vez que el servicio se normalice se analizará una suba.
«Un servicio detonado»
Otra de las provincias en donde el transporte público se encuentra en terapia intensiva es en Formosa debido a la crisis que acusa la firma Crucero del Sur -que concentra la mayoría de los recorridos- que adeuda a los choferes casi la totalidad de los sueldos de febrero, más un bono de $60.000, informó Diego Mendoza, secretario general de la UTA local. Desde el miércoles de esta semana el gremio mantiene una medida de fuerza, tras la fallida mesa de diálogo que se realizó en subsecretaría de Trabajo provincial, en la que estuvieron representantes de la empresa y de UTA.
Según Mendoza, «el transporte público está detonado y no hay interés de la empresa, ni del municipio en buscar una solución de fondo». Para el dirigente, la empresa depende de los subsidios de la Nación, la provincial o del municipio para garantizar un normal funcionamiento y pagar los sueldos al día. Según Mendoza, de no mediar apoyos de ese tipo, el boleto mínimo debería subir a $1.800 para que la firma tenga equilibrio financiero y pueda cumplir con el pago de haberes y una correcta prestación de servicios.