El gobernador peronista de Tucumán, Osvaldo Jaldo, anunció su decisión de avanzar en la reforma parcial de la Constitución provincial y puso el acento en que empujará cambios en el sistema de electoral, a tono con lo anunciado por el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, que anticipó que la Casa Rosada pretende eliminar las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). «No se pueden gastar U$S 52 millones en unas PASO», sostuvo hace unos días el funcionario de Javier Milei.

La decisión del mandatario norteño, de 41 años consecutivos de carrera política y exsocio clave de los exgobernadores José Alperovich y Juan Manzur, se oficializó la semana pasada a través de los dispositivos de información del gobierno que encabeza, tras un acto en la explanada de la Casa de Gobierno. «Vamos a realizar una reforma profunda y que quede en el futuro para mejorar la calidad de vida de la gente», dijo. Allí mismo, sostuvo que antes convocará a todos los sectores de la sociedad para que aporten ideas, «aunque a la última palabra la tendrá el Estado», remarcó. Y agregó: «No queremos cometer los errores anteriores, que sea una reforma por un partido político, no queremos que el PJ haga la reforma en Tucumán, sino que la oposición participe, por más que tenga dos o tres legisladores pero que también estampen la firma para llegar (a una reforma) entre todos los espacios políticos».

Freno a reelecciones

La aclaración sobre una Carta Magna local consensuada se debe a que la reformada en 2006, durante la primera gobernación de Alperovich y con una Convención Constituyente que fue presidida por Manzur, tiene artículos de imposible cumplimiento porque fueron impugnados vía judicial. Las frases del anuncio de Jaldo que más ruido generaron en el mundo de la política fueron «si no debe haber más reelección (de cargos públicos) ni sistema de acoples (en materia electoral), lo vamos a hacer a través de una reforma de la Constitución». Y la segunda fue: «Aunque yo no pueda ser reelecto, estoy invitando a todos a una reforma de la Constitución y de las leyes vigentes». La primera fue en respuesta a propuestas de la oposición que piden que se avance en cambios en el sistema electoral, en la Legislatura, para evitar el «carnaval de votos» con el que se encuentran los tucumanos en las elecciones locales. La segunda fue el anuncio de una autolimitación que generó sorpresas porque el jefe provincial puede podría presentarse para se reelecto en 2027.

Por consultas de Ámbito, Jaldo descolocó no solo a la oposición, sino también al peronismo provincial, puesto que no estaban al tanto el senador nacional Manzur, ni el vicegobernador Miguel Acevedo, que preside la Legislatura. Sobre todo, a este último, que semana tras semana suma músculo partidario y ya hay un incipiente espacio que le responde en la Cámara y entre la dirigencia del interior tucumano. El mandatario tiene a su favor para acompañar su iniciativa un dato que no es menor: en tiempos de recortes de fondos de la Nación, los 16 intendentes (sobre 19) y los 93 comisionados comunales del mismo signo (la totalidad de esos cargos) necesitan más que nunca del auxilio provincial, por lo que el alineamiento es casi absoluto. La totalidad de los intendentes y los comisionados, de acuerdo a la Constitución vigente, tienen la posibilidad de ser reelectos y de ahí las todavía pocas voces a favor de anhelo jaldista que en tres años podría terminar con sus mandatos.

Dos días más tarde del anuncio y otra vez en la explanada de la Casa de Gobierno, al finalizar un acto de ascensos a policías, Jaldo fue consultado sobre los tiempos para la reforma constitucional y aclaró: «Cualquier reforma es para usarla en las elecciones del 2027, por lo que tenemos tiempo para trabajarla y para que después no haya argumentos de que la hacemos a las apuradas o que en años electorales no se pueden cambiar las reglas de juego». Además, detalló que se incorporarían cambios en cuestiones impositivas, nuevos derechos ciudadanos y aspectos relacionados con el sistema judicial, por lo que es su intensión «dialogar con colegios de profesionales, universidades y otro tipo de instituciones intermedias que puedan aportar».

Respuestas a favor y en contra

Desde la Cámara ya comenzaron las primeras expresiones. La primera fue del legislador provincial Gerónimo Vargas Aignasse, quien le dio su aval a la necesidad de reformar la Constitución. «Tenemos una gran oportunidad de diseñar un nuevo proyecto de provincia para los próximos 50 o 100 años. Tenemos la posibilidad de reformar la Constitución, pero no para darle privilegios a algún sector de la política, todo lo contrario, para ponerle límite al gasto de la política y a las ambiciones desmedidas de algunos sectores», sostuvo. Y en relación al cuestionado sistema de acoples, indicó que «tiene un enorme déficit de representatividad y es solo una herramienta electoral porque la reforma alperovichista de 2006 tuvo un claro objetivo, que era la reelección de los dirigentes políticos de entonces».

Más cauto fue el parlamentario Gabriel Yedlin, exministro de Desarrollo Social de la provincia, durante la gestión de Manzur como gobernador. «En líneas generales con la reforma electoral, que es un tema alejado de la gente porque no la está pasando bien por los temas reales, creo que hay que ponerlo en la agenda. Por ejemplo, creo que el actual sistema de acoples debe ser modificado, ponerle un punto final por la boleta única de papel. Pero sí creo que hay que pensar bien el momento porque se deben debatir ideas profundas», reflexionó.

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El legislador José Cano, de la UCR, exdiputado nacional, señaló que algunos de los cambios que impulsa Jaldo podrían concretarse a través de modificaciones legislativas, sin necesidad de que se avance en una reforma constitucional. Por ejemplo, subir el piso de exigencias en el sistema electoral de acoples para reducir de manera drástica la cantidad de boletas en el cuarto oscuro. Por esta razón, señaló: «Tucumán necesita medidas urgentes en materia de salud, de educación, de seguridad y el oficialismo, que naturalmente tiene mayoría en la Cámara, podría habilitar el debate de manera inmediata». «Estamos en un momento bastante complicado como para estar poniendo el foco en una reforma constitucional, como si eso fuese lo que nos va a salvar y que a partir de la reforma todo cambiará», agregó.

Si el plan de Jaldo avanza, en las elecciones legislativas 2025 los tucumanos votarían por renovar cargos en el Congreso Nacional y por 49 convencionales constituyentes. Estos últimos, a su vez, serán electos con el vigente sistema de acoples, uno de los ejes discursivos del oficialismo para justificar la convocatoria a la reforma.