El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, consideró que recién «dentro de muchos años» la Argentina podrá ser un país «parecido a los más avanzados del mundo», y aseguró que el Gobierno «está dando los pasos para lograrlo».
«Todos nos piden que seamos Canadá o Australia, pero no podemos serlo en dos años. Podemos construir un país donde dentro de muchos años la prosperidad y la igualdad de oportunidades les llegue a todos», enfatizó Dujovne al tiempo que agregó: «Entiendo la ansiedad. Queremos ser un país parecido a los más avanzados del mundo, pero eso no se logra en dos años».
Según el funcionario, «hemos logrado sacar a la Argentina del estancamiento, con el apoyo de todos los argentinos. Faltan muchísimas cosas, pero tenemos un país donde baja la inflación y el déficit, nos integramos al mundo y presidimos el G20. Y estamos cerca de ser admitidos en la OCDE».
El jefe del Palacio de Hacienda admitió que la sequía, que golpea muy fuerte a la actividad agropecuaria, «no nos está ayudando y va a tener un impacto sobre el crecimiento, aunque no sabemos de cuánto va a hacer».
«Afortunadamente, ese impacto va a ser mucho menor que el que hubiera tenido sin las medidas que tomamos en 2015, cuando eliminamos retenciones. Los cultivos se han diversificado. Hoy tenemos más maíz y trigo, y también la ganadería ha crecido gracias a esas decisiones», resaltó el ministro en declaraciones a radio La Red.
Dujovne también volvió a hablar de inflación: «está bajando, de eso no hay dudas. La de 2016 fue alta porque transparentamos la inflación reprimida por el kirchnerismo. La de 2017 fue por lo menos 12 puntos más baja, comparada con la anterior. Y la de 2018 será más baja aún», evaluó.
Y enfatizó: «trabajamos con una meta del 15% para este año y pensamos que vamos a cumplirla. La inflación de estos meses no es representativa de la de los próximos, porque estamos atravesando una suba de tarifas. Pero aún si fuera del 20%, sería más baja que la de 2017».
Con relación al dólar, Dujovne insistió: «tenemos que acostumbrarnos al tipo de cambio flotante. Es el que tiene la mayor parte de los países de mundo. Son muy pocos los que tienen un tipo de cambio fijo».
«Tenemos el esquema que ha probado ser el más eficiente para que la economía mantenga su crecimiento. Viniendo de tantos años donde se apeló al cambio fijo para no hacer los deberes que había que hacer, no es fácil acostumbrarse. Pero lo cierto es que la volatilidad del tipo de cambio es muy baja en relación a la de otros países», concluyó.