Martino es el candidato nmero uno en Boca
Martino es el candidato número uno en Boca.

La dirigencia de Boca Juniors es cada vez más optimista con la posibilidad de la llegada de Gerardo Martino, quien se encuentra en Rosario, para convertirse en el reemplazante de Hugo Ibarra, que este miércoles se despidió del plantel, y se espera una respuesta positiva en los próximo días.

Para Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo del club, el «Tata» es el indicado para afrontar la última Copa Libertadores antes de las próximas elecciones en el club de diciembre próximo.

Desde el martes la charla entre el técnico rosarino, sus allegados y los integrantes de la secretaría de fútbol es constante, principalmente con Román y el «Patrón» Jorge Bermúdez, aquellos que conocen bien al ídolo de Newell´s, Old Boys y saben que la propuesta de Boca «le movió el piso» y es difícil de rechazar por el desafío que significa en lo deportivo, más allá de lo económico, y sobre todo porque a sus 60 años no sería muy factible que se le presente una nueva oportunidad en Boca.

«Hoy soy más optimista que ayer», le dijo un allegado a la dirigencia de fútbol a Télam, y hasta se animó a decir que el viernes próximo sería el día esperado para un acuerdo entre las partes.

Si bien ya habían tenido una señal de que el «Tata» estaba dispuesto a aceptar la chance de dirigir al «xeneize», por esa razón fue que el Consejo avanzó en el despido de Hugo Ibarra, aunque todavía no hubo un encuentro presencial entre las partes, pero se cree que si Martino viene a Buenos Aires es porque la operación está concretada.

Román ya mando la propuesta económica y futbolística, y en ella constan varios ítems entre los que figura la duración del contrato.

Justamente, son dos puntos esenciales para el acuerdo. De amplia carrera, Martino viene de dirigir un Mundial con la selección mexicana y su salario estará bastante más lejos de los que Boca les venía pagando a sus entrenadores, Ibarra y Sebastián Battaglia, estos dos, hombres que ya trabajaban en el club y a quienes les hicieron ajustes por dirigir la primera división.

También y más allá de las versiones sobre su salud, esta muy bien del desprendimiento de retina que tuvo en uno de sus ojos y que obligó a una intervención de la que se registró un buen resultado.

Lo importante tiene que ver con la duración del vínculo en particular, ya que Martino quisiera un contrato por dos años, pero en Boca hay elecciones en diciembre. Eso, entonces, es un aspecto que el técnico está interesado en escuchar y también en marcar como pauta de convivencia.

El punto que más preocupa a Martino es, justamente, el año político al que se refirieron Riquelme y hasta el propio Ibarra en este tiempo.

Por empezar, eso tiene relación directa con la duración de su contrato, ya que como hay elecciones a fin de año, en principio su vínculo no podrá ser más allá de diciembre.

Por eso, habrá que establecer algún tipo de cláusula para una continuidad del técnico en 2024, para el caso de que esta conducción siga al frente del club.

También hay que terminar de pulir el grupo de trabajo y si se incluiría a algún integrante como preparador físico o ayudante de arquero que estuvieron en el cuerpo técnico de Ibarra.

Pablo Santella es el preparador físico recientemente contratado por Boca y Fernando Gayoso es el entrenador de arqueros de larga data. Los del cuerpo técnico de Martino son Manuel Alfaro y el «Gringo» Norberto Scoponi, respectivamente.

Si se da todo como el «mundo Boca» sueña, ya se le guardó a Martino un palco especial en el estadio Claudio Tapia por si Martino se acerca a a presenciar el sábado el partido ante Barracas Central, que tendrá a Mariano Herrón como técnico interino proveniente de la reserva, junto a su ayudante de campo, Claudio Morel Rodríguez.

Luego para firmar su contrato, el domingo no viajaría a Venezuela en el debut de la Copa Libertadores y su estreno sería ante Colón, de Santa Fe, al que supo dirigir entre 2004 y 2006, el próximo 9 de abril, domingo de Pascuas.

Pero si por las dudas falla el plan «A», un integrante de la secretaría de fútbol se reuniría con otro técnico por si se cae la «operación» Martino. Ese «enviado» sería Mauricio Serna y el «entrevistado», el representante de José Pekerman.

La actualidad del plantel

En otro orden, el plantel practicó desde las 16 en el predio de Ezeiza bajo las órdenes de los mencionados Mariano Herrón y Claudio Morel Rodríguez, preparando el equipo para jugar el sábado ante Barracas Central.

La noticia mala de la tarde fue que Martín Payero tuvo una lesión muscular grado 2 del aductor izquierdo y estará inactivo por 20 días. mientras que el peruano Luis Advíncula sufrió ayer una afección similar a la del ex Banfield en el partido que su selección empató 0 a 0 con Marruecos en Madrid.

Antes del entrenamiento el que pasó a despedirse del plantel que no confiaba en él y provocó en buena parte su despido fue Ibarra.

Luego de una breve alocución de despedida ante sus ya ex dirigidos que duró menos de cinco minutos el formoseño también saludó a los periodistas y les aseguró que el balance final de su gestión «es sumamente positivo».

«Hubo cosas que no se pudieron lograr, pero en los ocho meses que estuve, descontando dos por el Mundial, fueron seis, y cada tres meses salí campeón», refirió en primera persona.

«Muchos dirán que Boca no mereció ser campeón, pero siempre lo es el que se lo merece. Nosotros tomamos el equipo cuando estaba decimocuarto y nadie esperaba nada, pero confiamos en el grupo, que venía golpeado por la eliminación en la Libertadores. Y resultó difícil, pero fuimos legítimos ganadores del Torneo 2022», cerró Ibarra su vínculo con la prensa como entrenador saliente de Boca.

El próximo sábado 1 de abril Ibarra estará cumpliendo 49 años y habrán pasado exactamente 30 años desde su debut como futbolista profesional en Colón, de Santa Fe, ante el que justamente estaría debutando su sucesor, un referente de Newell’s como Martino, una semana después. El rojo y el negro en sus orígenes, y el azul y amarillo décadas después, serán colores importantes en las carreras de ambos. Siempre y cuando el «Tata» de el «sí».