La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) integrada por Luis Cubeddu y Ashvin Ahuja y un equipo de técnicos ya se encuentra en el país y comenzaron, desde este viernes, las reuniones tanto en el Palacio de Hacienda como en el Banco Central.

En tanto, en principio, la reunión con el jefe de gabinete, Nicolás Posse y el ministro de Economía, Luis Caputo, se llevarían a cabo el lunes.

Funcionarios del Ministerio de Economía vienen discutiendo desde que asumieron con los técnicos del FMI las nuevas metas y no dejan de sorprenderse que “nos plantean nuevas y más duras exigencias, a pesar de que el programa del presidente Javier Milei es mucho más estricto y ambicioso en materia de ajuste fiscal que el acordado con Sergio Massa”.

La evaluación interna del Palacio de Hacienda es que el Gobierno está en condiciones de llevar adelante un severo ajuste en las cuentas públicas. Tanto es así que calculan que -si bien esperan que el Congreso apruebe las distintas subas de impuestos propuestas-, en el hipotético caso que no fuera así, igual se podría cumplir la meta de reducir a 0,9% del PBI el déficit primario, según estaba estipulado en el acuerdo original con el Fondo.

En principio, precisó a Ámbito una alta fuente del Palacio de Hacienda que “la intención es seguir con el Programa de Facilidades Extendidas vigente, lograr waivers (perdones) por los incumplimientos y adecuar las metas”,

Aunque, una de las hipótesis de trabajo que el presidente Milei conversó con el ministro Caputo, es la posibilidad de llevar el endeudamiento con el Fondo a los uSs 55.000 millones originalmente obtenidos por Mauricio Macri (del que finalmente se recibieron unos uSs 44.000 millones) aunque admiten que no deja de ser una meta ambiciosa. En caso de lograrse significaría un ingreso de divisas para fortalecer las reservas del Banco Central, en unos u$s10 mil millones.

Llamado clave del FMI a Javier Milei

El primer mandatario delega en sus funcionarios el vínculo con el FMI y por lo tanto no está previsto que mantenga un encuentro con los jefes de la misión, según pudo saber Ámbito. “El vínculo con el FMI está muy bien”, comentaba una alta fuente de la Casa Rosada.

Aseguran en el entorno presidencial, que el FMI no creyó mucho las promesas de ajuste de Milei en la campaña electoral, pero cuando estas fueron ratificadas en su discurso de asunción en el Congreso, comenzaron a percibir que en una de esas “esta vez Argentina hará el ajuste necesario para estabilizar la economía”.

Es más, Gita Gopinath subdirectora gerente del FMI esta semana se comunicó con el primer mandatario para ofrecerle venir junto con la misión en una muestra de apoyo. Desde presidencia agradecieron el gesto y prefirieron postergar este encuentro hasta llegar a un entendimiento.

«El acuerdo no es algo que le preocupa al Presidente», comentó a este medio una fuente de su entorno dado que «el ajuste que planteamos es mucho mayor a las metas establecidas en el acuerdo de Facilidades Extendidas».

El primer mandatario siempre señaló que el objetivo del Gobierno consiste en llevar adelante un programa de ajuste fiscal más severo que el propuesto por el FMI, ya que plantea lograr en el curso de este año el equilibrio no sólo primario (antes del pago de intereses) sino también financiero.

El país viene de incumplir las distintas metas planteadas en el acuerdo reformulado en la anterior administración, tanto en lo que se refiere a la acumulación de reservas como al desequilibrio fiscal.

Negociaciones en marcha

Cuando se anunció la llegada de la misión, un portavoz del Fondo comentó que el propósito de esta visita “es continuar las negociaciones sobre la séptima revisión del programa apoyado por el FMI”, es decir dentro del acuerdo vigente de Facilidades Extendidas.

De acuerdo al organismo “el objetivo sigue siendo apoyar los esfuerzos en curso para restablecer la estabilidad macroeconómica en beneficio de Argentina y su gente”.

En otro orden, confirma que “las autoridades han ejercido su derecho como miembro del FMI de agrupar las recompras que vencen en enero y abonarlas a finales de mes”.

El país debe afrontar la cancelación de deuda con el FMI por u$s1.915 millones en enero, u$s763 millones en febrero y u$s1.915 millones en abril, lo que totaliza unos u$s4.592 millones en el primer tramo del año.

Paralelamente, hay otros u$s1.633 millones a saldar con otros organismos multilaterales entre enero y abril, discriminados en unos u$s436 millones en enero, u$s214 en febrero, u$s725 millones en marzo y u$s257 millones en abril de 2024.

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