El ex ministro de Economía, Hernán Lacunza, dijo este martes que “no se puede levantar el cepo completo en un día” y afirmó: “Me gustaría pero sería un caos”.

“Los momentos históricos nunca son idénticos. Hay diferencias con 2015. A este tipo de cambio tenemos más demanda que oferta de divisas, por eso, a pesar del cepo, la pandemia y la restricciones, se perdieron más de USD 40.000 millones en cuatro años ¿Eso se puede levantar en un día? Me gustaría, pero sería un caos«, explicó el ex ministro del PRO, que fue quien levantó el cepo luego de que asumiera Mauricio Macri en 2015.

En ese sentido, añadió: «Primero hay que dejar de gastar lo que no se tiene y luego levantar el cepo«. Aunque enfatizó que «hay restricciones que son más nocivas que otras, las de importaciones por ejemplo» y afirmó que «la idea es levantarlas en ese orden, lo antes que se pueda”.

Perspectivas económicas tras las elecciones

Lacunza, principal asesor económico de Horacio Rodríguez Larreta, se refirió al rol que debe tener el ministro de Economía de la próxima gestión, y destacó que debe tener un rol abarcativo.

“El quilombo es tan grande que la conducción tiene que ser centralizada. Aprendimos del 2015, de entrada la conducción tiene que ser centralizada, tiene que ser todo el gabinete así. El programa económico tiene que ser del presidente, los ministro son fusibles, señaló Lacunza en el 40° Congreso Anual del IAEF, el instituto que nuclea a los directores financieros de las empresas, titulado: “Confianza: pilar esencial para una transformación decisiva”.

Al ser consultado sobre la posibilidad de ocupar ese rol en caso de que la coalición opositora gane las elecciones, el economista afirmó: “No lo sé, tengo vocación por lo público. Formo parte de JxC, del PRO, en el diseño de ideas y programas».

En ese contexto, recordó: «Un problema del 2015 es que la coalición se armó un mes antes de las PASO y cada vez que Macri tenía que tomar una medida había más discusión interna que externa. En estos ocho años trabajamos con todos los sectores de la alianza. Quién sea el ministro será una decisión del presidente”.

Por este motivo, consideró: “Los primeros 6 meses de gobierno serán desafiantes, que es igual a difícil, pero no hacerlo lo será más aún y la inflación del año que viene va a ser de 300%. La gente se queda afuera cuando las cuentas no cierran, la economía ajusta siempre y termina pagando los pobres con más inflación. El próximo gobierno tiene que comunicar un programa que permita que en un año se pueda volver a confiar en Argentina”.

Inflación y acuerdo con el FMI: qué plantea Lacunza

Sobre el índice de precios, explicó que comenzará a bajar «cuando el tesoro deje de ser un demandante insaciable del Banco Central» y agregó: «El ancla es fiscal y sin ese paso las recetas monetarias no van a funcionar. Hay que dejar de gastar lo que no tenemos”. Además, instó a “solucionar los subsidios energéticos”.

En cuanto al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), Lacunza señaló que el organismo «va a estar de acuerdo con lo que venga porque le concedieron a este gobierno políticas inconducentes y no cumplieron ningún compromiso», en referencia a las metas del acuerdo que actualmente se están negociando.

«Este mes tendrían que tener USD 9.000 millones más de reserva y tienen USD -2.000 millones», agregó el economista, al mismo tiempo que resaltó: «Con un plan se puede pagar, tanto al FMI como a los bonistas privados”.

Medidas de debate público

Lacunza también se expresó sobre temas que la oposición puso en el debate público como la dolarización y la reforma laboral.

«La dolarización es un atajo impracticable», consideró sobre el primer eje, debido a que Argentina no dispone de un caudal importante de dólares y le sobran pesos. «Sin USD 35.000 millones dolarizar es saltar a un precipicio”, expresó.

En referencia a la reforma laboral, que es un tema que puso en agenda Juntos por el Cambio, el ex ministro de Economía, consideró que “con estas reglas de juego no se puede generar empleo privado».

«La economía no es sana con estos costos de entrada y salida. Los riesgos son desproporcionados con respecto a la inversión. De 10 personas que cruzamos en la calle 7 no saben que son los derechos laborales. La ley es obsoleta y hay que cambiar las reglas de juego. Los sindicatos lo saben porque pierden afiliados, tiene un universo cada vez más chicos desde hace 15 años”, concluyó.

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