El consumo comenzó el año con algunos signos negativos, tal como se refleja en distintos relevamientos privados y sectoriales. Y las perspectivas para el futuro cercano no son demasiado alentadoras, según la visión de los analistas: es que remarcan que la aceleración inflacionaria y una menor disponibilidad de crédito pueden atentar contra la recuperación de la demanda interna.

Por caso, de acuerdo al relevamiento que realiza la CAME, las ventas minoristas pymes cayeron en febrero 0,9% frente al mismo mes del año pasado, para acumular un descenso del 0,6% en los primeros dos meses. Los comercios vendieron un 0,6% menos que en enero.

El consumo masivo también se retrajo en febrero. Según el relevamiento de la consultora Scentia, presentó una caída de 1,1% interanual, acumulando un registro negativo del 1,4% en los primeros dos meses del año.

Se volvió a evidenciar, en este sector, la brecha entre los distintos canales de venta: “Los supermercados mantienen su tendencia positiva, +8,3% en este mes, mientras que los Autoservicios se contraen -8,9%, manteniendo la tendencia de varios meses a esta parte”.

Las proyecciones sobre lo que pueda ocurrir en los próximos meses en lo referido al consumo, no son demasiado alentadoras. “Lo que vemos es que vamos camino a una fórmula de gasto que efectivamente se va a ver resentida: los ingresos de los argentinos respecto de la aceleración de la inflación se van a ir deteriorando, pero además hay bajo nivel de ahorro, y el nivel de deuda ya viene alto, con muy poca liquidez por parte de los bancos para prestar o subir los límites de las tarjetas de crédito por encima de la inflación, cuando están financiando al Gobierno a través de letras y bonos”, señaló a Ámbito Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.

“Entonces, la búsqueda de contención de la macro implica que los bancos le presten al Estado, y la contracara en la micro es que hay menos nivel de crédito accesible para compensar esa caída del ingreso y el ahorro disponible. Con lo cual, va a haber una caída del gasto en consumo este año”, remarcó el analista.

Por su parte, Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, destacó: “Lo relevante será la demanda que va a haber para los productores en el país. Y ahí tenemos una serie de problemas. En primer lugar, de ingresos, porque al no haber un nivel de exportaciones como las que tuvimos el año pasado, representa una reducción de ingresos para todos los argentinos. Es decir que vamos a tener que bajar nuestro gasto con respecto al año pasado”.

“Por otro lado, es ver cuánto financiamiento internacional vamos a tener. Este año, se supone que los organismos internacionales nos van a dar menos recursos de los que vencen. El tercer punto que colaborará para que este año no sea bueno, es claramente el tema de la incertidumbre: la percepción de riesgo sobre Argentina se está incrementando y en ese contexto, la gente lo que hace es ahorrar más e invertir menos. Y eso quita, obviamente, demanda interna”, remarcó Abram.

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