Pero, a partir del mes pasado, se nota un mayor pesimismo en el sector financiero, que se hizo más evidente a partir de la corrida cambiaria que sucedió hace unas semanas, la mala dinámica de los bonos y el alza del riesgo país. Ante ese panorama, los analistas de la city analizan cómo será el segundo semestre.
La calma del dólar que se vio alterada en los últimos días; un superávit generado a base de un ajuste feroz, que es difícil de garantizar hacia adelante; una inflación controlada a base de recesión que impacta en actividad económica y tarifas pisadas; la compra de reservas del BCRA gracias a importaciones sin pagar; los problemas para aprobar leyes que son la esencia del modelo político y económico que quiere implementar Javier Milei; el ruido constante con funcionarios oficialistas y la dificultad para gestionar y negociar. Todos esos son los signos que empiezan a preocupar al mercado porque, más allá de los logros de los que pueden alardear Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo (el superávit y la inflación a la cabeza), lo que inquieta al mercado es la posibilidad de continuidad que tienen estos resultados.
Ante ese contexto, la promesa de una recuperación económica en “V” parece más lejana. Y es que, tal como advirtió hace pocos días el economista Miguel Kiguel, la suba del dólar que se observó en las últimas semanas y del riesgo país «puede demorar la recuperación» de la actividad económica. Asimismo, anticipó que el segundo semestre «va a ser muy complicado por los pagos que debe enfrentar el país”, que necesita más dólares y no logra conseguirlos.
Una macroeconomía con muchas inconsistencias
En esa línea apunta el economista de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE) Pedro Gaite cuando indicó a Ámbito que es probable “que el segundo semestre sea muy complicado porque hay inconsistencias en el programa económico y en varios frentes de corrección de la macro”.
Detalló que la dificultad en el aspecto fiscal viene por la forma en la que se está obteniendo el superávit fiscal, a costa de un recorte que es poco posible que perdure en el tiempo; en el monetario, porque la licuadora, con la baja de tasas, tiene un límite que quedó demostrado con el salto de los dólares paralelos, pero advierte que, “dentro de todo eso, la falta de dólares es el principal problema que tenemos como país”.
Así, tal como plantea el economista y director de MyR Consultores, Fabio Rdríguez, el segundo semestre requiere si o si «acumular reservas en serio, bajar el riesgo país con credibilidad y acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) nuevo programa». De lo contrario, el Gobierno tendrá que reestructurar la deuda y advierte que, en ese contexto, «toda la estabilización precaria que ha conseguido se vendrá a pique».
La necesidad de conseguir dólares y el tipo de cambio
Un dato que vienen señalando los economista hace tiempo, es que, de la mano del ritmo de apreciación fijo en el 2% mensual del tipo de cambio que fijó el Banco Central (BCRA), el Gobierno se generó un problema, dado que, tal como vemos hoy, “la liquidación viene muy baja y eso les dificulta el ingreso de reservas al BCRA”, para Gaite.
Asimismo, el dólar blend le quita un porcentaje de ingreso de dólares a través del mercado oficial de cambios. Según pudo saber este medio, ese mecanismo de liquidación del 20% a través del dólar financiero, representa un 15% menos de ingreso de divisas para el Central a lo largo de este año.
“Si no salen del ‘crawling peg’ del 2% se les va a hacer mayor el problema de falta de dólares. Están en la encrucijada entre acumular dólares y la necesidad de corregir el tipo de cambio y el efecto de eso puede tener en la la inflación”, dice Gaite.
En este escenario, para el economista de Eco Go Sebastián Menescaldi, “en el segundo semestre, seguramente, se va a sentir fuerte el golpe de lo más duro de la recesión en términos sociales”.
La caída del empleo y la desocupación: clave en el clima social
La caída del empleo y el ajuste de precios relativos van a impactar en esta parte del año con mayor contundencia y es muy probable que muchas empresas empiecen a hacer reducciones en sus plantillas, lo que tendrá un impacto directo en desocupación.
En igual sentido, el economista Fabián Medina anticipa que, “con cada vez menos trabajo en blanco, el problema que empieza a aparecer es una altísima desocupación y el crecimiento de la pobreza”. Alerta que eso es muy preocupante porque es un gran riesgo de crisis social. Además, señala que, sin actividad económica, va a ser mayor la inflación porque los salarios van a estar más deprimidos y eso abre un escenario muy complejo a nivel social.
Generar expectativas, un desafío clave para el segundo semestre
En ese sentido, para Menescaldi, es clave el panorama que logre generar el Gobierno hacia adelante. “Hay que ver cómo soporta esto la gente y, para que eso no impacte en un fuerte descontento, Milei tiene que regenerar expectativas”, advierte Menescaldi.
Así, consideró que el Gobierno va a tener el desafío de generar expectativas positivas en esta nueva parte del año. Es decir, reafirmar que todo esto que viene sufriendo la sociedad tiene un fin. Asimismo, considera que debe garantizarse la aprobación de su ley de Bases.
«Necesita demostrar con hechos concretos que puede salir del pantano donde está metido desde mediados de mayo, atribuible a falencias en tres frentes: el político (porque no saca leyes), la gestión (improvisada y descoordinada) e inconsistencias económicas (las anclas del plan no son sustentables, especialmente la cambiaría)», resume Rodriguez.
La ley Bases, otro pendiente
En la misma línea, para Medina, “la segunda parte del año está muy atada a lo que pase con la ley bases” y anticipa que, si sale, le va a dar al Gobierno la posibilidad de continuar con su proyecto de ajuste y reacomodamiento de su programa económico. Eso, a la vez, le dará la posibilidad de intentar buscar los dólares que necesita con el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), aunque ese es un proceso que llevará tiempo.
Mientras tanto, deberá “capear el problema del frente externo y el tipo de cambio, aunque deberá ver cómo amortigua el posible impacto en el rumbo de desaceleración de la inflación”, señala Gaite. Sin embargo, alerta que la actividad económica está en serios riesgos y que continuar en este sendero puede ser riesgoso. Para él, “el principal problema es la falta de dólares que va a seguir a menos que consigan financiamiento de algún lugar, cosa que parece difícil”.