21 de noviembre 2024 – 09:00

El magnate compartió en una entrevista un intercambio que tuvo de pequeño con Bill Hewlett, cofundador de HP.

La increíble enseñanza que aprendió Jobs a través de una anécdota suya de cuando tenía 12 años.

Steve Jobs se convirtió en uno de los empresarios tecnológicos más respetados, por su visión innovadora en este campo, sus métodos infalibles de trabajo y por su mejor invención: el iPhone. Aunque su influencia también se debió a su metodológico estilo de vida, lo que sirvió como inspiración y modelo a seguir.

Sin embargo, detrás de toda filosofía hay una enseñanza. Y es que, en una entrevista hecha por la Asociación Histórica de Silicon Valley, el magnate explicó lo que aprendió luego de tener algunas conversaciones con Bill Hewlett, cofundador de HP.

STEVE JOBS

Wikimedia Commons

Qué fue lo que Steve Jobs le preguntó al cofundador de HP

Un Steve Jobs de 12 años quería construir un contador de frecuencia, pero no lo podía hacer ya que no contaba con las piezas necesarias. Ante este problema, no se le ocurrió mejor idea que contactar a la única persona que lo podía ayudar: Bill Hewlett. A Jobs le incomodaba llegar a generar molestia porque era un desconocido y Hewlett probablemente tendría una agenda apretada.

Sin embargo, el cofundador de HP contestó su llamado y le envió las piezas necesarias para su creación. Y, como si fuera poco, obtuvo un trabajo de verano en HP, en el que colocó tornillos en los contadores de frecuencia como el que quería realizar Jobs en esos años.

«Solo pregunté y cuando la gente me pregunta trato de ser lo más receptivo, para pagar esa deuda de gratitud. La mayoría de la gente nunca levanta el teléfono y llama a la mayoría de la gente. Nunca pregunta y eso es lo que a veces separa a las personas que hacen cosas de las personas que simplemente sueñan con ellas. Tienes que actuar y tienes que estar dispuesto a fallar. Tienes que estar dispuesto a estrellarte y quemarte con gente por teléfono. Si tienes miedo de fracasar no llegarás muy lejos» explicó el magnate.

Deja un comentario