Joaquín Candia, Portfolio Manager en Toronto Trust, señaló que “el consenso de mercado es que la autoridad monetaria subiría la tasa 25 puntos básicos, quedando la misma en niveles de 4,75%”. En esa línea, desde Balanz destacaron que “el mercado proyecta una trayectoria algo más benigna para la tasa de política monetaria que la estimación de los miembros de la Fed a diciembre”.

“La inflación menor a lo esperado desde octubre y algunos indicadores de actividad mostrando menor dinamismo a lo proyectado llevaron al mercado a incorporar recortes incluso en 2023. Nosotros somos de la idea de que la tasa de política monetaria permanecerá en 5% durante 2023 y recién la Fed reducirá su tasa rectora en 2024. Teniendo en cuenta que la apertura de China podría volver a presionar a los precios de los commodities, la convergencia inflacionaria podría empezar a volver a verse amenazada en los próximos meses, con lo que vemos espacio a que esto sea incorporado en los precios de los activos y que, por lo tanto, las condiciones financieras vuelvan a deteriorarse”, se explayaron desde esa sociedad de bolsa.

“La Reserva Federal muy probablemente desacelere el ritmo de subas en la tasa de política monetaria a 25 puntos básicos. Los datos económicos parecen ir reflejando el impacto del ajuste monetario y los comentarios de los mismos funcionarios de la Fed apuntan en esa dirección. Sin embargo, al igual que en diciembre, esperamos que el comunicado envíe señales de una política monetaria restrictiva por un tiempo prolongado” apuntaron desde Balanz.

Por su parte, Juan Troncoso, director en Quinto Inversiones planteó: “Actualmente el mercado está priceando demasiado optimista. Probablemente la inflación continúe desacelerándose de forma progresiva pero no creo que la tasa comience a bajar dentro de seis meses, tal como prevén los futuros de la Fed. Vale destacar que el mundo continúa atravesando un cambio en las cadenas de suministro por la guerra, lo que condicionará las decisiones de inversión durante décadas”.

Impacto en emergentes

Juan Alra, Portfolio Manager en Southern Trust TPCG GROUP, remarcó que “el incremento de las tasas de la Fed tiene externalidades en el resto del mundo, sobre todo en los emergentes por el canal financiero y por el lado del canal comercial”.

Al respecto, amplió: “La posible apreciación del dólar encarecería los artículos importados y podría generar una baja en los commodities a nivel mundial, lo que dificultaría tener la balanza comercial en los niveles actuales ya que tenemos prácticamente la totalidad de las exportaciones vinculadas a la agricultura (21,1% materias primas de agricultura más 38,9% de manufactura de origen agropecuario). A este escenario, se le suma la sequía en Argentina. Esto implica que los dólares van a ser más escasos. Esto aumenta el costo para acumular reservas y así poder cumplir las metas del FMI. Por el lado financiero, los activos en dólares serían más atractivos y provocaría una salida de fondos de los países emergentes hacia los desarrollados pero profundizado en nuestro caso por las restricciones que tiene argentina para financiarse en el mercado mundial”.

“El panorama argentino podría verse favorecido si China volviera a entrar en escena aumentando la demanda de los commodities en especial relacionados a la agricultura. No obstante, podría desatar una inflación aún más difícil de controlare en el primer mundo”, matizó Alra.

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