Según el comunicado publicado por la ETUC en su página web unos 9,5 millones de personas con trabajo ya tenían dificultades para pagar sus facturas de energía antes de que la inflación se disparara a un máximo histórico de 9,1% interanual en agosto en la zona euro.

Solo el gas y la electricidad sufrieron un aumento interanual del 38% en toda Europa y el costo sigue aumentando.

Con estas cifras, los trabajadores que ganan el salario mínimo en 16 estados miembros de la UE se ven obligados a reservar «el equivalente al salario de un mes o más para mantener las luces y la calefacción encendidas en el hogar», algo que en 2021 ocurría en ocho estados.

«Cuando su factura cuesta más del salario de un mes, no existe un truco inteligente para ahorrar dinero que marque la diferencia. Estos precios ahora son simplemente inasequibles para millones de personas. Detrás de estas cifras hay personas reales que tienen que tomar decisiones cada vez más difíciles sobre si pueden permitirse encender la calefacción o cocinar comidas calientes para sus hijos», subrayó Lynch, citado por la agencia de noticias AFP.

Según el informe, una persona en Estonia debe trabajar 26 días más para pagar la factura, un número que en los Países Bajos llega a 20, en Chequia a 17 y en Letonia a 16.

Además, en cuatro países (Eslovaquia, Grecia, Chequia e Italia) la factura energética anual supera el salario mensual para un trabajador que gana el salario medio. La ETUC expresó su preocupación debido a que los datos hacen referencia a julio de este año.

Quejas contra las empresas

Es decir que la crisis que enfrentan los trabajadores se siguió agravando debido a que los aumentos del precio de la energía y otros productos básicos como los alimentos continuaron en agosto y los primeros días de septiembre «mientras los directores ejecutivos y los accionistas de las empresas de energía disfrutan de ganancias récord a su costa».

Los datos se desprenden de un análisis del Instituto Sindical Europeo, un centro de investigación independiente de la ETUC, que llegan justo antes de la reunión de emergencia del Consejo de Energía de la UE el próximo viernes.

La ETUC solicitó a los líderes europeos que tomen medidas decisivas para poner fin a los aumentos de los precios de la energía en Europa en un plan de seis puntos que incluye demandas de aumentos salariales, pagos de emergencia, prohibición de desconexiones por falta de pago, un tope en el costo de las facturas y un impuesto sobre las ganancias excesivas que obtienen las empresas de energía.

«Es inmoral y los políticos deben controlar esta crisis antes de que cueste vidas este invierno. Es hora de aumentos salariales justos, un tope en los precios de la energía, impuestos sobre las ganancias excesivas y pagos de emergencia a los hogares más pobres», agregó Lynch.

La crisis de precios en Europa se desató tras la invasión rusa a Ucrania.

Por un lado, la UE impuso sanciones a Rusia, que respondió con recortes en sus envíos de gas, de cuyo suministro depende Europa; al mismo tiempo, decenas de toneladas de grano quedaron varados en los puertos ucranianos.

Si bien los puertos están ahora desbloqueados, durante al menos cuatro meses no salieron barcos del principal exportador de granos del mundo.

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