Sin distinción de partidos políticos, los jefes provinciales van a fondo con el ajuste en Catamarca, San Juan, San Luis, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Chubut y Tierra del Fuego.
El plan motosierra avanza de punta a punta del país y tal como lo informó Ámbito la semana pasada, más gobernadores se sumaron en los últimos días a la poda en sus presupuestos, sin distinción de partidos o alianzas. Desde el fin de semana, anunciaron sustanciales recortes de gastos Raúl Jalil, en Catamarca; Marcelo Orrego, en San Juan; Claudio Poggi, en San Luis; Martín Llaryora, en Córdoba y Leandro Zdero, mandatario del Chaco. Rogelio Frigerio hará lo propio en Entre Ríos e Ignacio Torres también pasará el bisturí en Chubut; mientras que en la Legislatura de Tierra del Fuego avanza un proyecto para reducir los cargos en el gabinete de Gustavo Melella, que el fin de semana asumirá su segundo mandato.
El peronista Jalil juró el sábado de la semana pasada por segunda vez al frente de la gobernación catamarqueña y este miércoles anunció una reducción de cargos de jerarquía en distintas áreas del Poder Ejecutivo. En la mayoría de los casos se traducirá en fusiones de reparticiones, acordadas en un proyecto de ley con diputados provinciales oficialistas, durante una reunión en la Casa de Gobierno. «De acuerdo a nuestros cálculos, se prescindirá de entre 150 y 200 nombramientos de elevadas categorías. Se avecinan tiempos en los que no podemos movernos ni un milímetro de lo presupuestado, por lo que agradezco el apoyo al proyecto de ponerle fin a las reelecciones indefinidas y confirmamos que, como parte de las medidas de ahorro, reduciremos el 20% de la planta política del Ejecutivo», señaló Jalil. En el caso de San Juan, el radical Marcelo Orrego, que llegó a la gobernación de la mano de Juntos por el Cambio (JxC), informó un drástico achique que apunta a recortar el 30% de los cargos políticos y también tomó la decisión de invalidar las designaciones que efectuó su predecesor peronista Sergio Uñac, hasta 90 días previos al recambio. Además, revocó los nombramientos a planta permanente del personal que no haya cumplido los seis meses de antigüedad e indicó que no se renovarán los contratos de colaboración de servicios de los trabajadores temporarios. «Son alrededor de 2.000 empleados, cuyas remuneraciones implican un desembolso de $10.000 millones en un año, de acuerdo a los valores actuales», dijo.
En Córdoba, en donde el presidente Javier Milei obtuvó el 75% de los votos en el balotaje, el gobernador Martín Llaryota adelantó que se reducirá un 25% de los haberes del jefe provincial y vicegobernador; un 15% de los sueldos de ministros y el 10% de los restantes funcionarios políticos. De todos modos, en su discurso de asunción se paró en las antípodas de las políticas de Estado del economista de derecha. «Haremos todo lo posible para que la obra pública no pare, la salud pública mejore y la educación pública sea un estandarte en cada rincón de la provincia», prometió. Y agregó: «la educación es el verdadero promotor del progreso y habrá un fuerte plan de inversión pública. Vamos a poner lo que haga falta para terminar todas las obras, cueste lo que cueste, para que niñas y niños desde 3 años puedan estar en el sistema educativo».
En Chaco, el arquitecto radical Leandro Zdero aún no comunicó la dimensión de la poda presupuestaria que prometió pero ordenó una auditoría en toda la administración pública provincial, que arrancó este mismo lunes. «Se terminó la época en la que uno podía cobrar sin trabajar. Eso se terminó, queremos un Estado eficiente, de calidad y moderno», señaló ante los medios de prensa, tras su asunción. Destacó que «hubo un sinfín de maniobras que comprometen la caja del Estado y la vida de la gente, actos de gran irresponsabilidad que comprometen el patrimonio, el presente y el futuro de los chaqueños». Habrá que esperar los resultados de la auditoría para conocer por dónde meterá el bisturí del ajuste.
En Entre Ríos, el gobernador Rogelio Frigerio, del PRO y exministro del Interior durante la presidencia de Mauricio Macri, anticipó que irá fondo con un recorte en los cargos de la política y también en el sector público. En la conferencia de prensa que dio luego de su asunción, detalló que irá por una reducción del 50% en la cantidad de cargos políticos y remarcó que se realizará un estricto control de asistencia y de licencias médicas. «Las que no se justifiquen no van a poder continuar y tienen que trabajar, todos», puntualizó. Entre hoy y mañana enviaría los primeros proyectos de restricción de gastos al Poder Legislativo para que sean tratados en el período de sesiones ordinarias, es decir, hasta el 14 de febrero. Entre ellos habrá una nueva Ley de Ministerios que incluirá un recorte del gasto político, una reducción a fondo de cargos públicos y se centrará en siete ministerios y dos superministerios de Desarrollo Humano y de Economía. Parafreseando al presidente Milei, sostuvo que en su provincia «no hay plata».
La ola llegó al sur
Otro que no anduvo con vueltas es el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, de 35 años, el mandatario provincial más joven del país. El referente del Propuesta Republicana, partido que integró JxC, que le puso fin a 20 años consecutivos de gobiernos peronistas, ordenó dar de baja los nombramientos realizados en el Ejecutivo provincial en los últimos seis meses y revisar los del último año. «La plata que se va en acomodos es la plata que nos roban a los chubutenses. Mi compromiso es ordenar la provincia con transparencia y responsabilidad», señaló. Durante su discurso en la jura de jefes comunales, este martes, señaló que pondrá en marcha una gestión austera que «no es gastar menos, es gastar bien, que el dinero de los contribuyentes llegué a los vecinos en obras, en educación, en seguridad y en una salud de calidad y accesible para todos», cerró.
Este fin de semana asumirá su segundo mandato el gobernador peronista de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y se espera que lo haga con un gabinete que también reflejará un achique en los cargos políticos. Con acuerdo de la Legislatura, reformará la estructura política aunque mantendrá la misma cantidad de ministerios y de secretarías de Estado, según se desprende del proyecto consensuado con los parlamentarios. El serrucho pasará por las terceras y cuartas líneas de las distintas áreas, con el que se pretende una reducción de hasta el 40% de la planta política.
