La versión de la misiva a la que accedió este medio, tenía una errata: Salazar, en vez de Zalazar. Aunque los verdaderos destinatarios eran el gobernador Rodolfo Suarez y su antecesor Alfredo Cornejo, los jefes políticos del espacio que gobierna Mendoza desde 2015.

“Desde el Consejo Provincial del Pro, en reunión formal, hemos decidido no asistir al encuentro cuya invitación usted ha cursado; y destacamos que vemos, con desazón, que nuevamente se insiste en ignorar los planteos que realizamos anteriormente para dar vitalidad al frente Cambia Mendoza”, comienza el texto. Con el tono áspero, luego le espeta a la UCR haber avanzado “con decisiones en forma unilateral, en nombre del Frente Cambia Mendoza, sin consulta previa” y que los valores de diálogo y la buena fe “han estado ausentes en varios dirigentes de un sector del radicalismo, y de su socio principal, la izquierda de Libres del Sur”.

De esta manera, el PRO vuelve a dar señales de que no estrechará fácilmente las manos con sus aliados radicales, y que la presión desde la mesa nacional de JxC no fue bien recibida.

Los dirigentes radicales le pidieron a Patricia Bullrich y a Horacio Rodríguez Larreta que recordaran al diputado nacional De Marchi que las diferencias se dirimen en las PASO, una herramienta que rige en Mendoza, a diferencia de otras provincias que pasan directo a generales. Las primarias serían el 11 de junio y las generales el 24 de septiembre.

Otro diferencial del distrito cuyano es que el gobernador no tiene posibilidad de ser reelecto ni siquiera por una vez. Es decir, con Suarez corrido de la discusión electoral, De Marchi se mide contra otros dirigentes de Cambia Mendoza, y estima que solo Cornejo lo supera en adhesiones, pero este último no dio muestras aún de querer volver a cargos provinciales.

En el caso de optar por una excursión electoral por fuera, De Marchi se entusiasma con imantar a dirigentes desencantados con Cambia Mendoza, como la CC-Ari o el Partido Demócrata. Y también a sectores de un PJ en pleno rearmado y lejos del poder provincial. Por caso, los pocos municipios gobernados por el peronismo desdoblarán la elección municipal, un hecho que podrá servir al PRO para compensar favores. En tres casos ya está confirmado: San Rafael, La Paz y Santa Rosa. Otros tres falta la oficialización: Tunuyán, Lavalle y Maipú. Una sorpresa: el intendente oficialista de San Carlos también ordenó el desdoble.

La señal de amistad del PRO llegó desde la vereda de Bullrich, quien sí envió dirigentes a la cumbre, si bien representan una franja menor del partido amarillo.

No obstante, la carta de Álvaro Martínez no intenta polemizar con las referencias nacionales. “Ojalá Cambia Mendoza hubiera imitado el modelo organizacional de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, que mantuvo un ritmo de reuniones permanentes donde se discutían aspectos relacionados con la organización del espacio y con los temas más importantes de la Argentina”, dice el texto.