En las últimas horas el gobernador bonaerense Axel Kicillof recibió un duro golpe. La Ley Bapro, que había presentado en julio de 2021, perdió estado parlamentario. La iniciativa que buscaba modificar la normativa 15.008 sancionada durante la gestión de la exmandataria María Eugenia Vidal se cayó del escenario legislativo y ahora la Provincia enfrenta un panorama sombrío en torno al costo económico que podría significarle el fallo de la Suprema Corte bonaerense ante los más de 5 mil amparos presentados.

Kicillof pretendía revertir los cambios que se había introducido en el régimen de la Caja de Jubilaciones, Subsidios y Pensiones del Personal del Banco Provincia con el fin de devolverle a sus jubilados el 82%, sobre el cálculo del promedio actualizado de las últimas 120 remuneraciones, volver a bajar la edad jubilatoria de las mujeres a los 60 años y aumentar el aporte de los trabajadores activos del 14% a 16%, de los jubilados del 10,82% a 12% y de la patronal del 21% a 29%.

La caída del proyecto también significa una derrota interna para el propio Kicillof y para su bloque legislativo.

Sucede que el gobernador le había prometido al titular de La Bancaria y diputado nacional del Frente de Todos, Sergio Palazzo, que conseguiría los votos para avanzar. Sin embargo, las cosas no se dieron según lo planeado.

La bancada apeló a la posibilidad de conseguir el apoyo del radicalismo. Algo que en un momento parecía una posibilidad.

Pero la UCR, más allá de no compartir la negativa total del PRO, eligió no separar su posicionamiento de los socios políticos y de esa manera sepultó toda chance de cambiar el rumbo definitivo de la iniciativa.

“No se animaron a votar distinto porque siguen soñando con conseguir un puestito de parte del PRO. Pero para eso tienen que ganar las elecciones”, le dijo a este medio un diputado bonaerense del Frente de Todos.

Se trató, en concreto, de un fracaso legislativo orquestado desde el ala dura del PRO, con la propia intervención del expresidente Mauricio Macri, quien llamó a no dar el brazo a torcer.

Reacción

Justamente, en las últimas horas quien dio a conocer su parecer ante la pérdida de estado parlamentario del proyecto fue Vidal.

“Es parte de la brecha que hay entre la política y la gente, causada por los privilegios. La gente no cree en los políticos y en la política porque piensa que viven mejor que ellos”, dijo. Y agregó: “Por eso como gobernadora derogué las jubilaciones de privilegio y todos los gobernadores que vienen detrás de mí no la van a cobrar. La misma pelea di con las jubilaciones del Bapro, que pagaban los 17 millones de bonaerenses para unos pocos miles de empleados”, sostuvo en diálogo con medios en La Plata, donde estuvo para compartir un encuentro con el intendente Julio Garro.

Cabe recordar que ahora la Suprema Corte deberá definir qué es lo que hará ante los más de 5 mil amparos presentados. Todo indica que el máximo tribunal declarará inconstitucional la reforma de Vidal y, de esa manera, la Provincia deberá asumir los costos. Algo que impactaría de lleno en las arcas bonaerenses. Sólo en retroactivos involucrados, ese monto supera los $40 mil millones.