La Legislatura bonaerense atraviesa en la actualidad un período de parálisis. Hasta el momento, salvando la apertura de sesiones y la actividad registrada por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia desarrollada en la previa del 24 de marzo, ninguna de las cámaras puso fecha para reactivar el parlamento.

Según pudo saber este medio, desde Diputados dejaron en claro que en mayo habrá una sesión pero todavía no hay una fecha concreta. Lo que sí está a la vista es que la actividad electoral mantiene a los distintos representantes de las secciones alejados de la centralidad de La Plata y en sus regiones en busca de potenciar las diferentes candidaturas rumbo a lo que serán los comicios de este año.

Y pese a que algunas comisiones vienen funcionando, lo cierto es que ambos frentes mayoritarios se pusieron de acuerdo, como es habitual en cada año electoral, para “dormir” el palacio legislativo en pos de, cada uno desde su espacio, aportar el mayor músculo posible en los territorios.

Las intenciones no son las mismas para todos. Pero se trata de una costumbre que entra en su lógica y que se repite cada año impar. Lo que hay detrás, también, es el trabajo fino para poder reacomodar las bancas y hacer la mayor presión interna posible para mantener los espacios.

Sucede que, como es sabido, cada frente está integrado no solo por distintos partidos políticos sino también por diferentes corrientes internas por lo que a la hora “pagar”, en la jerga legislativa, con una banca son varias las terminales que se ponen en juego.

La Cámara baja bonaerense expone hoy un cuadro que, según los memoriosos, no tiene muchos antecedentes previos. Sucede que el recinto cuenta con 10 bloques para 92 diputados, una cifra altísima que expone un cuadro político de cara a las elecciones.

Con el último movimiento registrado, la creación de una nueva bancada con Nahuel Sotelo a la cabeza, Diputados cuenta con 7 unibloques: tres para los libertarios (La Libertad Avanza, Avanza Libertad y Fuerza Libertaria), dos para la izquierda (Frente de Izquierda de los Trabajadores y PTS), uno para el albertismo (Unidad para la Victoria) y otro para el peronismo aliado (17 de noviembre). Además, se suman el bloque del Frente de Todos (42 bancas), Juntos (41) y Espacio Abierto Juntos (2).

El Senado, por su parte, mantiene su estructura inicial con 23 bancas para el oficialismo y la misma cantidad para la coalición opositora. Lo que se viene ahora es la puja central por saber quiénes serán los representantes seccionales de cada espacio. Otras de las grandes peleas a dar en la previa del cierre de listas del próximo 24 de junio.

Recorte

El diputado nacional y precandidato bonaerense del PRO, Cristian Ritondo, manifestó en las últimas horas su deseo de que la Legislatura vaya rumbo a un modelo de unicameralidad como sucede en otras provincias con el fin de bajar el gasto público.

E incluso fue más allá al afirmar que también “hay que discutir las secciones electorales” y la representación bonaerense en el Congreso de la Nación. “No puede ser que la Provincia, que representa al 40 por ciento del país, tenga menos de un tercio de la representatividad”.