El gobernador de Misiones Hugo Passalacqua envió sendos reclamos al Gobierno nacional por las consecuencias de la desregulación yerbatera y la combinación con la apertura de las importaciones que afecta a 13.500 trabajadores.
“Le manifesté a las autoridades competentes de Nación la profunda preocupación por la agobiante actualidad del sector yerbatero tras la desregulación de este mercado, que es transversal para nuestra economía. En Misiones 13.500 familias yerbateras se han visto afectadas por la liberación del precio de su materia prima. Su destino hoy quedó sujeto a la posición desigual frente al dominio de los principales molinos. Es nuestro deber como Gobierno defender al corazón productivo de Misiones. Tocaremos todas las puertas necesarias para revertir esta angustiante situación que atraviesan nuestros pequeños y medianos productores y cooperativas”, remarcó el gobernador misionero, en una misiva enviada al ministro de Economía, Luis Caputo.
“En el mismo nivel de importancia señalamos que la abierta importación de yerba mate desde Brasil y Paraguay asesta al sector un golpe del que nos llevará décadas recuperarnos. Tenemos estándares de calidad altísimos, que es nuestra obligación cuidar y así sostener mercados conquistados en el mundo, garantizando una producción responsable y un consumo saludable a toda la población. Por todo esto, seguiremos defendiendo el cuidado del cultivo de la yerba mate, que es parte de nuestra identidad provincial y nacional”, remarcó Passalacqua.
El gobernador misionero, que no obstante acompañó al gobierno de Javier Milei en el Congreso con votos a favor de la Ley Bases de los diputados del Frente Renovador de la Concordia, sostuvo que la economía yerbatera se vio afectada de manera impensada por la desregulación contenida en el DNU 70/23. «Afecta los estándares de calidad, salubridad y capacidad productiva, además de que pone en riesgo los mercados internacionales, el prestigio de nuestros suelos”, dijo.
“Es necesario destacar que el mercado yerbatero es un mercado imperfecto, un oligopsonio, donde encontramos en un extremo a alrededor de 13.500 productores, y en el otro extremo a solo 100 molinos compradores. Es decir, apenas un 7%. Si profundizamos el análisis, 10 molinos venden más del 80% del total de la producción. En otras palabras, los compradores representan solo el 1% sobre la cantidad de productores registrados. Esto hace que compren en forma cartelizada, eliminando así la posibilidad de un libre comercio», dijo.
«Esta posición dominante de un grupo de empresas requiere la intervención del Estado, el único que puede garantizar una mayor competencia para los productores y aliviarles la posición de desventaja en la que se encuentran. La historia nos ha enseñado en reiteradas oportunidades que el mercado yerbatero no tiene la capacidad de regularse por su cuenta sin afectar directamente al productor, el eslabón más vulnerable de la cadena”, argumentó Passalacqua.
Importación
Uno de los principales motivos que mantiene en vilo al sector es la importación de materia prima proveniente de países vecinos como Brasil y Paraguay, ya que sus estándares de producción difieren de los establecidos en Argentina. Esto se debe principalmente a la presencia de metales pesados en el suelo que, según el estudio de riesgo que se hizo desde el INYM, demuestra que la yerba que proviene de Brasil y Paraguay contiene altos niveles de metales pesados, que superan los límites internacionales para la exportación.
«Para ser más claro, el mismo Código Alimentario Argentino en el artículo 1193 y subsiguientes, define y determina las características que debe tener la yerba mate, estableciendo los distintos parámetros de hoja, palo, polvo, humedad, semillas, entre otros. En al artículo 1195 tris se establecen las especificaciones microbiológicas y metodologías para analizar la presencia de E. Coli, Bacillus Cereus y Salmonella”, explicó Passalacqua.
Además de las distintas normativas determinadas por la Legislación Argentina, la resolución número 12/11 del Reglamento Técnico del Mercosur sobre límites máximos de contaminantes inorgánicos en alimentos, establece como parámetros para la Yerba Mate un máximo de Arsénico 0,60 mg/kg, Plomo 0,60 mg/kg y Cadmio 0,40 mg/kg.
“Es un riesgo enorme traer esa yerba de Brasil y de Paraguay, para ponerla en los paquetes nacionales nuestros y que sean exportados. Además, corremos también el riesgo de romper el equilibrio de nuestro mercado, teniendo en cuenta que la yerba mate es un producto que se tiene que estacionar durante un año. Quebrar ese equilibrio puede ocasionar un daño posterior que nos demandaría hasta una década para volver a recuperarlo», sostuvo el gobernador.