Otro punto a tener en cuenta es que, en definitiva, la liquidación del campo durante todo este 2022 será fuerte, impulsada principalmente por los altos precios de los commodities agrícolas. Es decir que a partir de agosto no se espera “una sequía de dólares”, sino todo lo contrario, las proyecciones indican que en el octavo mes del año ingresarían alrededor de u$s3.700 millones, en septiembre u$s3.500 millones, en octubre u$s3500 millones y recién a partir de noviembre la liquidación caería por debajo de los u$s3.000 millones, pero no tanto, porque en el ante último mes del año el campo aportaría unos u$s2.800 millones y en diciembre otro tanto. De esta manera, solo los principales complejos agroexportadores sumarían durante todo el 2022 el récord de u$s41.500 millones.

En este marco, las exportaciones totales, incluyendo al resto de los sectores alcanzarían más de u$s87.000 millones, valor que superaría incluso al récord de 2011. En lo que respecta a la recaudación por derechos de exportaciones, las últimas proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario indican que rondaría los u$s9.000 millones y el complejo soja con poco más de u$s7.600 millones sería el principal aportante.

Lo cierto es que estos números son provisorios porque en el mercado internacional los precios de los granos no paran de subir ante el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. La soja alcanzó este jueves los u$s634,38 la tonelada, mostrando un incremento de más de u$s16 por tonelada.

En tanto, también se abren oportunidades de negocios ya que Argentina como productora de alimentos podría salir al mundo a vender más granos ante la falta de Ucrania en el mercado del maíz y el trigo. Por lo pronto, la buena nueva es que India estableció un cupo de importaciones de aceite de girasol y soja con arancel 0% que beneficiará directamente a la Argentina ya que es proveedora de ambos productos.

De esta manera, con los números planteados, todo parece indicar que este año la economía argentina recibiría un nutrido ingreso de divisas pero también más gasto por importaciones de energía y fertilizantes, entre otros. Ese sería el escollo a sortear durante los próximos meses que serán claves y determinantes para lo que resta del 2022.

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