En la 29° Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), Diana Mondino, la futura canciller del gobierno electo, brindó algunas señales al pedirle a los empresarios que “aguanten seis meses”:

  • Anticipó que se eliminarán las SIRAs, aunque aclaró que no será “de un día para el otro”
  • Las empresas deberán conseguir los dólares en el mercado.
  • Habrá un mercado único de cambios, aunque “no será en diciembre”.

Marcelo Elizondo, especialista en negocios internacionales, dijo en diálogo por Ámbito que las empresas enfrentarán tres etapas en la asunción del nuevo gobierno.

“Cuando se instaure el modelo, yo veo tres etapas: una primera de transición con todavía muchas herramientas en la administración del comercio del modelo anterior, pero que quieren sacar rápidamente. Una segunda etapa, ya de más libertad de comercio pero sin reformas estructurales y una tercera con reformas estructurales, desregulaciones y libertad de mercado”, sostiene Elizondo.

A su vez, señala que, en los primeros cuatro meses, las empresas aguardan un aumento del tipo de cambio oficial aunque seguramente “más cercano a su cotización de mercado”, se continuará con el cepo un tiempo más y progresivamente se irá hacia un sistema de licencias automáticas como era anteriormente.

“Lo que van a tratar de hacer es administrar la demanda de dólares por ese stock de deuda y no tanto por el flujo. Vendrán cuatro meses iniciales de restricción cambiaria hasta que empiecen a entrar los dólares por cosecha y ahí se van a equilibrar importaciones con exportaciones”, agregó.

Tres empresas consultadas por Ámbito aseguraron que la escasez de reservas -se calcula, según Aurum Valores que las reservas son negativas en casi u$s12.000 millones- es el factor más preponderante que complicará las operaciones con la nueva gestión. Sin embargo, confían en que se eliminará más rápido el sistema actual y el Banco Central (BCRA) volverá a cumplir el rol de administración de importaciones-exportaciones.

Vale recordar que el sistema actual de Sergio Massa centraliza en más de 3 dependencias el control del comercio exterior con críticas a la gestión Guzmán incluyendo al BCRA, Ministerio de Economía, Secretaría de Comercio, AFIP y Aduana.

“Creo que vamos a una situación en la que el Central intervendrá por cotizaciones en una flotación administrada, como pasa en cualquier lugar del mundo, interviniendo para evitar oscilaciones bruscas. Me parece que el rol del BCRA va a volver a ser el tradicional de autoridad monetaria más que comercial”, explicó Elizondo.

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Las empresas advierten por una devaluación de más del 40% y su impacto.

Las empresas advierten por una devaluación de más del 40% y su impacto.

Mariano Fuchila

A resolver: el importante monto de la deuda comercial

El primer punto a resolver en el comercio exterior es la deuda comercial por importaciones de bienes, que creció en u$s3.000 millones en octubre y el stock total incluyendo servicios quedó al borde de los u$s60.000 millones. Esos compromisos duplican el promedio de las últimas décadas y, en vistas de que la mayor parte es de vencimientos a corto plazo, serán un problema a futuro para eliminar el cepo cambiario en un contexto de escasez de reservas. Las empresas mantienen preocupación por cuál será la salida que buscará desde el 10 de diciembre el Gobierno de Javier Milei y la posibilidad de que una eventual devaluación incremente el costo en pesos de dichos vencimientos.

Recientemente, las empresas nucleadas en la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham) precisaron que, «en el stock, el principal acreedor son las propias empresas (deuda intercompany), con más de la mitad del total (59%). En segundo lugar, y en menor medida, los propios proveedores que los que financian (36%)».

Desde AmCham, agregaron que «cualquier escenario de salida del esquema cambiario y acceso a divisas implicará un salto en el tipo de cambio y su correlación con la inflación, y un potencial deterioro de la confianza con las casas matrices de muchas compañías que operan en Argentina».

José Lopetegui, secretario Comercio Exterior de Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reveló a este medio que en el caso de las pymes y mipymes, la deuda alcanza al menos los u$s1.200 millones.

Devaluación: qué impacto tendrá en las empresas

Las dudas en las empresas que exportan también están vinculadas al tipo de cambio. «Tenemos expectativas, las pymes puntualmente tenemos dificultades en el comercio exterior que no tenemos posibilidades de girar al exterior, hay deudas con nuestros proveedores que no nos quieren embarcar porque se ha ido atrasando. Algunos proveedores ya no quieren vender. Eso es una de las prioridades. Sabemos que no hay dólares, qué va a autorizar y a qué tipo de cambio», afirmó Lopetegui sobre la situación de las pymes.

Recientemente, Guillermo Francos, futuro ministro del Interior de Javier Milei, aseguró que un buen tipo de cambio «de equilibrio» estaría cercano a los $650. El miércoles, los primeros contratos al lunes post asunción, se firmaron desde los $500, lo que implica un salto del tipo de cambio de más del 40%. Para Lopetegui, el número es relativo: «si me pagan a $650 pero la brecha se estira seguimos con problemas porque los precios relativos de importación va a ser al MEP y el dólar de exportación va a seguir siendo bajo. Se tienen que acercar las puntas del dólar oficial y del dólar que cobra el exportador».

A su vez, el encargado de comercio exterior en CAME afirmó que los primeros meses «serán duros» porque no se contará con los dólares inmediatos para hacer importaciones y explicó cómo será el impacto que recibirán las pymes con la devaluación: «Si yo compré un producto y lo vendo a seis meses porque hay operaciones que están demoradas y no pude de hacerme de un activo que me permita mantener a un valor cercano a lo que va a ser el dólar, cuando yo tenga que girar al exterior, va a ser todo pérdida para mi. Supongamos que no pude abrir esta cuenta oficial que vincula al tipo de cambio, va a ser una perdida terrible si vendí un producto a $350 y ahora lo voy a tener que pagar a $650″. Lopetegui, se refirió así a las famosas LEVID que estuvieron en boca de la mayoría de los economistas la semana previa y que el Banco Central se encargó de limitar.

Este sistema, permitía a algunas empresas evitar «perder» ante una devaluación y la diferencia la pagaba el propio Banco Central. Sin embargo, no todos pudieron acceder a estas cuentas, según contaron referentes del sector, por diferentes motivos. Uno fue la demora de los bancos y otro, las propias limitaciones impuestas de manera oficial.

En las grandes empresas, la devaluación también tendrá efecto. Por un lado, aumentará la cantidad de pesos que necesitarán para cubrir sus deudas con sus casas matrices y, por el otro, como los balances se reportan a dólar oficial, verán reflejada una caída en la facturación y valor de sus activos.

A la espera de posibles anuncios para el lunes, todos se preparan para la devaluación y algunos lo enfrentarán con mayor espalda que otras. Las dudas recaen sobre la magnitud en la que se dará pero todo dependerá de las nuevas reglas que se fijen desde el 10 de diciembre.

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