El economista agregó que «al mismo tiempo, el fin del dólar soja genera un reacomodamiento de precios» ya que «muchos vendieron disponible para recomprar en el término, y ahora están dando vuelta las posiciones».
Romano indicó que «las condiciones secas están poniendo en jaque al trigo local, donde la producción amenaza con no ser suficiente para las exportaciones ya autorizadas y el consumo interno».
Las estimaciones con la que contaba al principio de año el Gobierno era de 22 millones de toneladas de trigo y ahora apenas llegaría a las 16 millones, según privados, y, sobre ello, el ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez, había permitido un cupo de 8 millones de toneladas de exportaciones.
Sin embargo, el académico de la Universidad Austral plantea una alternativa como solución.
«Las dificultades para originar trigo pueden hacer que a los exportadores les convenga negociar con el Gobierno la anulación de los permisos de exportación tomados», advirtió el analista de los mercados granarios.
Por otro lado, el informe de la UCA advierte que «la seca también atrasa la siembra de maíz temprano, donde se espera gran paso a tardío y soja».
Romano señala que, en el caso del maíz, los mercados de futuras muestras tuvo un incremento de cotizaciones para abril 2023, mientras que en julio se debilitan.
Sobre el dólar soja, que terminó la semana pasada, Romano lo calificó de «exitoso» ya que se logró vender mas de US$8.100 millones. «Aunque el BCRA sólo logró capturar la mitad de las mismas en reservas», señaló el profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales quien añadió que «el lado negativo de esto es que el productor quedó con una gran liquidez que aprovechó para pagar insumos y cuentas pendientes, y en menor medida para dólar MEP mientras pudo hacerlo».
«Pero ahora no necesita financiamiento, por lo que las nuevas ventas podrían ser esquivas«, agregó.