La Unión Cívica Radical (UCR) es una olla a presión en Catamarca, Tucumán y Salta, atravesada por escenarios de internas al rojo vivo, camino a un 2025 en la que habrá elecciones legislativas para renovar bancas en el Congreso de la Nación. En estas provincias el radicalismo es oposición y buscará recomponerse de los resultados de los comicios del año pasado, en los que La Libertad Avanza (LLA) lo desplazó a un tercer lugar, en dos de estos distritos. El debate de fondo pasa por definir en qué lugar se para el centenario partido, dividido entre quienes se muestran dialoguistas con el gobierno del presidente Javier Milei y quienes se muestran críticos de sus políticas.

En Catamarca se realizará el 15 de septiembre la renovación de autoridades de la Juventud Radical (JR), en la que también jugarán desde atrás referentes provinciales de peso. La línea interna FAPRA cuenta con el apoyo de diputado nacional Francisco Monti; el espacio Raúl Alfonsín está referenciado en el senador nacional Flavio Fama; mientras que Evolución es el sector que conduce el diputado local y presidente del partido Alfredo Marchioli, alineado a nivel nacional con el senador nacional Martín Lousteau, titular del comité nacional. También se anotaron para competir las líneas internas Radicales en Acción, el MIRA, Leandro Alem, Morada, Celeste y Generación Radical Reformista. Por el momento, cada espacio arma sus listas.

En los últimos días se conoció que la mayoría de los espacios concretaron un encuentro en la sede partidaria Raúl Alfonsín y el único ausente fue Evolución, de Marchioli. «8 de 9 construyendo», fue la frase con la que algunos jóvenes compartieron una foto de la reunión en la que se estaría tejiendo una alianza. La respuesta no se hizo esperar y en un comunicado, Evolución señaló: «Somos radicales, no libertarios. Vamos a defender una política basada en el respeto, el diálogo y la participación genuina de todos los sectores que conforman nuestro movimiento. Sin verdadero diálogo y consenso, estamos ante una propuesta de unidad vacía que solo satisface los intereses de algunos».

Si no se sella una lista de unidad, en septiembre los jóvenes irán a las urnas para dirimir la interna. Desde los sectores que se oponen a Marchioli, se lo hace responsable de la dura derrota del año pasado, en la que el radicalismo quedó el tercer lugar en las elecciones locales. Desde la conducción provincial se señala que lo que está en disputa son cuestiones de fondo, es decir, «sostener las banderas de un radicalismo crítico y rebelde, o ser funcional al Gobierno de turno para conseguir algún cargo».

Ruptura en Tucumán

En Tucumán, la UCR se quebró con el portazo que dio el diputado nacional Mariano Campero, tras la decisión que adoptó en una reunión extraordinaria la Convención partidaria, en la que se decidió prorrogar para abril de 2025 las elecciones internas que debían realizarse el mes próximo. Se impuso la idea que empujaron los legisladores provinciales Agustín Romano Norri, de Evolución Radical; y José Cano, exsenador y diputado nacional, de Radicalismo Federal, que contaron con el apoyo del exlegislador Ariel García, del Movimiento Boina Blanca. Sumaron 47 votos por la prórroga, contra 14 por la negativa.

Al día siguiente, el pasado lunes 29 de julio, Campero anunció su alejamiento del partido, «pero no de los principios radicales», para consolidar su espacio Cambia Tucumán, que ya cuenta con afiliaciones. «El radicalismo tucumano está obsesionado con impedir el crecimiento de nuestro equipo. Ante esto, preferimos hacernos a un costado», señaló. «No queremos hacer política con gente que vive de hace 30 años de la política. Y si corren la interna es porque están buscando seguir viviendo de la política, miran su propio pupo», cerró.

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El cimbronazo para la UCR tucumana se hizo sentir, puesto que junto con Campero también se alejaron el intendente de Yerba Buena, Pablo Macchiarola y cuatro concejales, más su par de Bella Vista, Paula Quiles y seis ediles. El diputado nacional es el radical que mejor imagen tiene en la provincia y en las elecciones nacionales jugó fuerte con la excandidata a presidenta Patricia Bullrich. En el Congreso, Campero juega junto a Rodrigo de Loredo, el presidente de la bancada, y mantiene diferencias con la conducción nacional de Lousteau.

La respuesta de Cano no se hizo esperar. Además de señalar que podrían darse las condiciones para que confluyan en un frente, expresó que «Campero se transformó en un militante de la selfie, se saca selfies con Javier Milei y homenajea a Aldo Rico en el municipio de Yerba Buena«. «Yo defiendo valores, defiendo la educación pública, el rol del Estado, la democracia, reivindico la figura de Alfonsín, él está obnubilado con Milei que reivindica que el mejor presidente fue Carlos Menem, condenado por hechos de corrupción», sentenció. El sector que se referencia en Cano pretende que el actual presidente de la UCR tucumana, el diputado nacional Roberto Sánchez, continúe en ese cargo.

Por la vía judicial en Salta

En el radicalismo salteño asumió la presidencia la dirigente Soledad Farfán, que contó con el apoyo del exdiputado nacional Miguel Nanni, quien está alineado con sectores dialoguistas de la UCR nacional y apoyó a Patricia Bullrich en la interna para dirimir quién aspiraría a la presidencia por la oposición el año pasado. De todos modos, la asunción de Farfán se realizó el 6 de julio pasado con la presencia de Martín Lousteau.

Desde la vereda del frente, varios dirigentes radicales cuestionan a Farfán porque no hubo internas, previstas para el 12 de mayo, debido a que la Junta Electoral rechazó por irregularidades de forma a las otras listas que se presentaron, quedando en pie solo Nuevo Camino, de la alianza entre Farfán y Nanni. «Hoy existe una autoridad que es sostenida a través de la decisión de un juez electoral, pero no de acuerdo a la ley orgánica del partido político», señaló el dirigente Rubén «Chato» Correa, funcionario de la Universidad Nacional de Salta, quien aspira a la presidencia partidaria y está identificado con el diputado nacional Facundo Manes.

Informó que junto a otros referentes buscan convocar a una asamblea de afiliados para conformar una junta electoral, convocar a elecciones y discutir la reorganización del partido. «Nos encontramos en una situación en donde el partido está en completa acefalía», subrayó. En la presentación judicial piden que se repita la votación debido a que hubo irregularidades en el proceso, como en la conformación de la lista encabezada por Farfán, como ser el incumplimiento de requisitos formales para las postulaciones de candidatos.

Otro sector del radicalismo, encabezado por el exconcejal Alberto «Turco» Salim, también recurrió a Tribunales en contra de la asunción de las autoridades partidarias. «Se proclamaron autoridades totalmente ilegales e ilegítimas porque los afiliados no pudieron votar, que es lo que tendría que ser», dijo. Anunció que se presentó un recurso ante la Cámara Nacional Electoral. «Si nos dan lugar a nuestra apelación, seguramente las autoridades electas caerán y tendrán que designar desde el Comité Nacional un interventor para que se convoque nuevamente a elecciones», indicó en el programa de radio «Cuarto Oscuro».

Señaló que algunos sectores del partido «buscan controlar el sello para después venderlo al mejor postor», sugiriendo una posible alianza con La Libertad Avanza o el gobierno provincial.