Federico Sturzenegger aseguró ayer que «se acabó el país que sólo construía para ricos», al hablar en la 65a Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) y de esta forma definió que el negocio de la construcción debe estar dirigido al conjunto de la población. «Cuando ustedes terminen de convencerse de que el negocio de los próximos 20 años es eliminar el déficit habitacional del país habremos comenzado a resolver uno de los problemas estructurales» dijo el presidente del Banco Central a los empresarios asistentes a la convención. Según Sturzenegger «sin crédito esta industria no podía desarrollarse; la demanda fue históricamente la restricción para el crecimiento de la industria; pero no lo es más; esto nos obliga entonces a pensar en la oferta». Al referirse a la oferta crediticia, el titular del BCRA indicó que «la población adulta con préstamos hipotecarios en la Argentina alcanza a duras penas el 0,5 por ciento, es una cuarentava parte de lo que es Chile», graficó.

«El crédito hipotecario se había convertido en un lujo al que sólo los más ricos pueden acceder», dijo y justificó así el lanzamiento y posterior éxito de los créditos en UVA.

Al respecto, precisó que «en septiembre se otorgaron créditos de este tipo por más de 7.300 millones de pesos» y que «cada día más entidades financieras se suman al negocio, ofreciendo una variedad cada vez más grandes de productos». Según las últimas estadísticas, «el 22 por ciento de la familias, es decir casi una de cada cuatro, está pensando en poder comprar una casa», agregó. «Cambiar las perspectivas para la industria de la construcción significa generar un esquema macroeconómico estable, significa hacer crecer el sistema financiero y significa traer la honestidad al Estado y al empresariado», completó.

En cuanto al futuro de la construcción, Sturzenegger apuntó a que se debe resolver la demanda de las familias que buscan mejorar las viviendas existentes; a que se desarrollen para el sector más bajo de la escala social soluciones urbanísticas de alta calidad; a avanzar en el desarrollo de departamentos chicos para los jóvenes solteros o matrimonios recién constituidos, y a diversificar la oferta de las casas móviles.

En este último punto, se refirió a casas semi-industriales con una estructura pasible de ser transportada de un lugar a otro, que deberán financiarse «con préstamos prendarios, no hipotecarios, abaratando costos y simplificación de trámites». En el cierre de su disertación, Sturzenegger afirmó que «un país de propietarios será uno de ciudadanos orgullosos de su país».

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