Según consta en el staff report de la última revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la fecha para la unificación del tipo de cambio sería cercana a junio. En ese momento existiría la posibilidad de levantar el cepo. Pero, mientras tanto, el Gobierno tiene que procurar que las brechas entre las diferentes versiones de dólar tiendan a cerrarse, de modo que al momento de eliminar las trabas la corrección sea mínima.

Algunos datos permiten ver hacia dónde va el Gobierno., Si el dólar blue sigue a la baja como lo viene mostrando desde el 31 de enero, en breve va a quedar empatado con el tipo de cambio importador. En la última rueda la brecha entre uno y otro se ubicó cerca del 20%.

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Así lo destacó el economista Fernando Marull en uno de sus posteos en redes sociales, donde plantea que con un dólar oficial a $828 más el Impuesto PAIS de 17,5% el valor sube a $972, contra un blue a $1.160.

Desde el punto de vista de la operatoria de las empresas importadoras, la reducción de la brecha tiene efecto nulo, pero sí lo tiene en el caso de los precios internos de la economía. Cuanto más parecidas sean ambas cotizaciones menos costoso será levantar las restricciones. La corrección al tipo de cambio sería mínima o nula y hacia ese objetivo se apunta. Hace 20 días la brecha había subido al 60% y hora está en el 35%

En ese caso, si la comparación es contra el Contado con Liquidación (CCL), que es la vía alternativa de las empresas para pagar importaciones, el spread se ubica en el 30%. Lo que implica que el dólar de importación se aproxima al valor del dólar de “la calle”, que es el que suele tener en mente el público y juega en las expectativas inflacionarias.

Lo que dicen el la Casa Rosada sobre el dólar

En el gobierno cuentan en “off the record” algo que ya está escrito en los papeles acordados con el organismo que conduce Kristalina Georgieva, que para mediados de 2024 está firmado el compromiso de levantar las restricciones.

“Ahora el próximo paso es eliminar el cepo. Es la convicción y el plan del Presidente que se elimine a más tardar en junio”, resumió una fuente con despacho en Balcarce 50, al mismo tiempo que advirtió que para cumplir con la meta deberán darse una serie de condicionamientos.

El escenario ansiado por el Gobierno es que tras el “sinceramiento de precios”, pasado el verano, se aplicarán cambios en la economía que posibilitarán un descenso en la inflación para los próximos meses.


Lo que opinan los analistas

Andres Reschini, de F2 Soluciones Financieras, destaca que el comunicado del FMI dice que “si las condiciones lo permiten” se van a levantar las restricciones. Entre otras cuestiones, advierte que en estos momentos no está seguro el producido de la cosecha de este año. En la zona núcleo, en Santa Fe, debería comenzar a llover en los próximos días para que la soja no termine afectada.

En ese sentido, el economista Salvador Distéfano señala en un informe reciente que “el dólar mayorista subió el 2,2% en el mes de enero y se ubicó en $ 826,3, la tasa de variación anual es del 342,1%”.

“Si la inflación del mes de enero fuera del 23%, la inflación anualizada seria de 261,3%. Claramente no hay atraso cambiario, por ahora y solo por ahora. Si el Gobierno sigue devaluando a un ritmo del 2,2% mensual como en enero, para el mes de marzo podrían estar igualadas la tasa de devaluación y la tasa de inflación anualizadas. Esto implica que el Gobierno para abril debería anunciar un cambio de rumbo en la política monetaria y cambiaria”, señaló.

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