Los precios de los medicamentos aumentaron en los últimos tres meses más de un 100% y semejante incremento se vio reflejado en la compra, que cayó un 18,2% en enero frente al mismo período del año pasado, según el informe del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (CEPROFAR).
En tanto, si se comparan las ventas de octubre de 2023 frente a las enero de 2024, la baja de compra llega al 26%.
La magnitud del retroceso mensual de enero no tiene antecedentes, según el director del CEPROFAR, Rubén Sajem. Las caídas más cercanas son la baja anual de 2018 (-4%), por la descobertura de PAMI en diferentes medicamentos, y la de 2019 (-5%) -ambos durante el gobierno de Mauricio Macri-, pero «nunca se vio un descenso de tal magnitud», como de un 18% mensual, afirmó Sajem.
Este panorama lo «veníamos notando porque cuando la gente pregunta los precios, no compra o espera, mismo si tiene una receta de tres medicamentos, compra dos o reduce los tamaños, pide por blister y paga como puede: con el dinero en efectivo, con algún resto de alguna tarjeta de débito y lo completa con una tarjeta de crédito, que la farmacia la acepta en cuotas, pero todo tiene un límite», señaló el director de CEPROFAR.
Los precios de los medicamentos aumentaron más de 110% en la era Milei
Los acuerdos de precios llevados a cabo por el gobierno anterior finalizaron el pasado 31 de octubre y esto impulsó que el precio de los medicamentos creciera por encima de la inflación en los últimos tres meses, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) fue de casi 70% (de noviembre a enero) el aumento de los medicamentos fue del 111,9%.
El informe destaca que «si bien los acuerdos de precios eran de cumplimiento voluntario, implicaban una regulación de los precios», por este motivo, al finalizar el mismo, los precios se dispararon más de 40 puntos por encima de la inflación.
Durante 2023, los medicamentos incrementaron sus precios en un 319,1%, en particular por los fuertes aumentos verificados en los dos últimos meses del año. Este valor quedó muy por encima de la inflación acumulada anual de 2023, que fue del 211,4%.
Caída de ingresos
Para una familia tipo se vuelve casi imposible comprar un medicamento cuando se observan los sucesivos aumentos de los alimentos frente a los salarios que sufrieron un fuerte revés en los últimos meses. Algo similar ocurre con las jubilaciones y pensiones que desde diciembre no tienen aumentos y observa una caída del poder adquisitivo muy grande.
Los salarios sufrieron en diciembre su peor retroceso desde la crisis de la convertibilidad, cuando en 2002 bajaron 9,6%, pero el dato del último mes de 2023 fue mucho más alto y se ubicó cercano al 14%. De cara a enero, el panorama no era mucho más auspicioso y los diferentes analistas coincidían en que no iba a ganarle a la inflación.
En tanto, las jubilaciones y pensiones también sufrieron una caída del poder adquisitivo inmenso frente a una inflación que no paró de crecer, mientras los haberes no tuvieron variación, ya que los bonos se actualizaron y el haber mínimo quedó en $160.000.
Según Chequeado, el haber de febrero, con bono incluido, pero aún sin el aumento anunciado, registrará una caída real interanual (interanual) del 31,8%, si se cumplieran las proyecciones de inflación de febrero, del 18% plasmadas en el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica mensualmente el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
En marzo, primer mes de aplicación del aumento y de la actualización del bono, la caída real interanual del haber mínimo sería del 33,8%, con una inflación proyectada del 15,3%, según el REM. Si el bono no se modificara durante el trimestre de vigencia del nuevo haber, en mayo, último mes de ese período, la caída real interanual sería del 37,8%, explicó la misma web.
Los medicamentos que más aumentaron
El informe también señala que se observan grandes diferencias en los precios de la misma droga, pero de diferentes marcas que son muy utilizadas, como omeprazol (antiulceroso), losartan (antihipertensivo), paracetamol (analgésico), ibuprofeno (analgésico), salbutamol (broncodilatador), enalapril (antihipertensivo), entre otros.
«Esto se explica por el bajo cumplimiento y deficiente difusión de la ley 25.649 de prescripción por nombre genérico y por la inclusión de marcas comerciales en las recetas, en favor de las marcas más costosas, sin fundamento», advierte el informe.